Alfafar, el pueblo que se levanta del barro

"No puedo asimilar lo que me ha pasado. Solo puedo decir que me siento vacía", dice María Ángeles González, vecina de Alfafar. Su sentimiento es compartido por muchos en este pueblo valenciano que todavía lucha por recuperarse de las devastadoras inundaciones de hace dos semanas.

El agua entró con fuerza la noche del 29 de octubre, arrasando casas, negocios y vidas. Los vecinos salieron a las calles desesperados, buscando refugio y ayuda. El alcalde, Juan Ramón Adsuara, no sabía a quién recurrir. No tenía policías suficientes, ni médicos, ni siquiera un teléfono que funcionara.

Pero en medio del caos, surgió la solidaridad. Los vecinos se ayudaron entre sí, crearon centros de acogida improvisados y se volcaron en las tareas de limpieza.

Dos semanas después, Alfafar todavía muestra las heridas de la riada. Hay calles llenas de barro, casas en ruinas y coches aplastados. Pero también hay esperanza. Los vecinos están trabajando juntos para reconstruir su pueblo, y la ayuda sigue llegando de todas partes de España.

El alcalde Adsuara asegura que "para algunas cosas, recuperaremos una cierta normalidad en Navidades. Para entonces, más o menos, la mayoría habrá recuperado cierta cotidianidad".

Pero para otras cosas, como los edificios públicos o los campos de fútbol, "necesitaremos años".

Mientras tanto, los vecinos de Alfafar siguen demostrando su fuerza y resiliencia. Están decididos a reconstruir su pueblo y a mirar hacia el futuro.

"Gracias, héroes del barro", dice un cartel colgado en un balcón a la entrada de Alfafar.

Los héroes del barro

Los voluntarios fueron los primeros en llegar a Alfafar tras la riada. Vinieron de todas partes de España, dispuestos a ayudar a los vecinos a limpiar sus casas, distribuir alimentos y ofrecer apoyo psicológico.

Entre ellos estaba un joven llamado David, que viajó desde Madrid para unirse a las tareas de rescate. "No podía quedarme en casa sabiendo que había gente sufriendo", dice.

David y los demás voluntarios trabajaron incansablemente durante días. Limpiaron barro, distribuyeron alimentos y ayudaron a los vecinos a reconstruir sus vidas.

Un pueblo unido

La riada unió a los vecinos de Alfafar. Se ayudaron entre sí, crearon centros de acogida improvisados y se volcaron en las tareas de limpieza.

El alcalde Adsuara destaca el espíritu de colaboración que se ha generado en el pueblo. "Todos los concejales, de todos los partidos políticos, estamos trabajando juntos para sacar a Alfafar adelante", afirma.

Los vecinos también están agradecidos por la ayuda que han recibido de otras partes de España. "Nos sentimos muy apoyados", dice María Ángeles González.

Alfafar todavía tiene un largo camino por recorrer para recuperarse de la riada. Pero los vecinos están decididos a reconstruir su pueblo y a mirar hacia el futuro.