El Obelisco y su predecesor: Desentrañando la historia oculta del corazón de Buenos Aires
El Obelisco, imponente y emblemático, se alza en la intersección de la Avenida 9 de Julio y Corrientes, un faro que ilumina el espíritu de Buenos Aires. Inaugurado en 1936, este monumento se ha convertido en un símbolo ineludible de la ciudad, un punto de encuentro para locales y turistas. Sin embargo, bajo el asfalto y el concreto, yace una historia olvidada, la de una edificación que precedió al Obelisco y que dejó una profunda huella en el tejido social y cultural de la capital argentina.
Un viaje al pasado: La Iglesia de San Nicolás de Bari
Antes de que el Obelisco dominara el horizonte, la Iglesia de San Nicolás de Bari ocupaba ese mismo espacio, un lugar de culto y un centro neurálgico para la comunidad porteña. Construida en 1733 por orden del capitán Domingo de Acasusso, esta iglesia se erigió como un pilar de la fe y la tradición en una Buenos Aires en constante evolución. Durante casi dos siglos, la Iglesia de San Nicolás de Bari fue testigo de innumerables celebraciones, bautismos y eventos que marcaron la vida de los habitantes de la ciudad.

Pero su importancia no se limitaba a su función religiosa. La Iglesia de San Nicolás de Bari fue escenario de un acontecimiento trascendental en la historia argentina: en su torre, en 1812, ondeó por primera vez la bandera celeste y blanca, un símbolo de la identidad nacional que emergía con fuerza. Este gesto patriótico grabó para siempre el nombre de la iglesia en el corazón de los argentinos.
Huéspedes ilustres: Mariano Moreno y Bartolomé Mitre
Entre sus muros, resonaron las voces de personajes ilustres que forjaron el destino del país. Mariano Moreno y Bartolomé Mitre, figuras clave en la historia argentina, fueron bautizados en la Iglesia de San Nicolás de Bari, un hecho que añade un valor histórico incalculable a su legado. Sus vidas, marcadas por la lucha por la independencia y la construcción de una nación, quedaron ligadas para siempre a este templo que fue testigo de sus primeros pasos.

El avance de la modernidad: La demolición y el nacimiento del Obelisco
A medida que Buenos Aires se transformaba en una metrópolis moderna, la necesidad de expandir la Avenida 9 de Julio se hizo evidente. En 1931, el gobierno tomó la difícil decisión de ordenar la demolición de la Iglesia de San Nicolás de Bari. Este hecho, que marcó el fin de un legado arquitectónico y religioso, desató una ola de nostalgia y controversia. Sin embargo, en el mismo lugar donde se alzaba la iglesia, comenzó a gestarse un nuevo símbolo: el Obelisco, inaugurado en 1936 en conmemoración de los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires, según informa «Redacción Clarín» (s.f.).
El Obelisco hoy: Un emblema de la ciudad en constante movimiento
Hoy, el Obelisco se erige como un emblema del dinamismo y la evolución de Buenos Aires. Su silueta, esbelta y desafiante, se recorta contra el cielo, un recordatorio constante del espíritu emprendedor y la vitalidad de la ciudad. Aunque la Iglesia de San Nicolás de Bari ya no se encuentra físicamente presente, su memoria perdura en los archivos de la ciudad y en el corazón de aquellos que valoran el pasado de la capital argentina, según «Clarín» (s.f.).
Datos clave sobre la Iglesia de San Nicolás de Bari:
- Fue construida en 1733 por orden del capitán Domingo de Acasusso.
- En 1812, en su torre ondeó por primera vez la bandera argentina.
- Allí fueron bautizados Mariano Moreno y Bartolomé Mitre.
- Su demolición en 1931 dio paso a la construcción del Obelisco.
La historia de la Iglesia de San Nicolás de Bari es un recordatorio de que el presente se construye sobre los cimientos del pasado. Al caminar por la Avenida 9 de Julio y contemplar el Obelisco, es importante recordar la historia de la iglesia que lo precedió, un templo que fue testigo de momentos cruciales en la historia argentina y que dejó una huella imborrable en el alma de Buenos Aires.
Mientras Buenos Aires sigue evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos, es fundamental preservar la memoria de su pasado. La historia de la Iglesia de San Nicolás de Bari es un tesoro que merece ser recordado y transmitido a las futuras generaciones, para que nunca olvidemos las raíces de nuestra identidad.
La desaparición física de la iglesia no significa el fin de su historia. Su legado sigue vivo en los documentos históricos, en las fotografías antiguas y en los relatos que se transmiten de generación en generación. La memoria de la Iglesia de San Nicolás de Bari es un faro que ilumina el camino hacia el futuro, un recordatorio constante de la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural y de valorar las huellas que nuestros antepasados dejaron en esta tierra.
Referencias
- Redacción Clarín. (s.f.). Antes del Obelisco: cuál era la sorprendente edificación que ocupaba su lugar en Buenos Aires. Clarín. Recuperado de https://www.clarin.com/informacion-general/obelisco-sorprendente-edificacion-ocupaba-lugar-buenos-aires_0_pSkW6uVxB7.html
- Clarín. (s.f.). Clarín. Recuperado de https://www.clarin.com/