La AP-7 implementa medidas drásticas para reducir la siniestralidad
La autopista AP-7, una arteria vital que conecta Cataluña con Francia y la Comunidad Valenciana, está experimentando cambios significativos en su gestión debido al alarmante aumento de accidentes. Según informa El País, desde la eliminación de los peajes en agosto de 2021, el tráfico se ha incrementado sustancialmente, lo que ha provocado un aumento de la siniestralidad (Lamor & Llanas, 2025). Ante esta situación, el Servei Català de Trànsit (SCT) está implementando una serie de medidas drásticas para mejorar la seguridad y fluidez del tráfico.

Velocidad variable: un tramo de 150 km con límite de 60 km/h
Una de las medidas más destacadas es la instauración de un tramo de velocidad variable que podría reducirse hasta los 60 kilómetros por hora en ciertos momentos. Este tramo abarcará 150 kilómetros, desde Maçanet de la Selva hasta El Vendrell. El objetivo principal es «armonizar» la circulación, evitando que los conductores se encuentren repentinamente con tramos congestionados. Se están instalando paneles operados por Inteligencia Artificial que recogerán datos en tiempo real del estado de la vía para determinar la velocidad óptima en cada momento.
«Establecer tramos de 60 km/h en autopistas donde el límite habitual es de 120 km/h es una medida excesivamente drástica. Supone una reducción brusca de velocidad que podría generar situaciones de peligro y aumentar el riesgo de accidentes», afirma Gabriela Silva, usuaria habitual de la AP-7.
La consejera de Interior, Núria Parlon, ha defendido esta medida como una solución necesaria ante el aumento de incidentes. Sin embargo, no todos los usuarios están de acuerdo. Algunos, como Gabriela Silva, consideran que la reducción drástica de velocidad podría ser contraproducente y aumentar el riesgo de accidentes. Otros, como Júlia Fernández, creen que la solución pasa por mejorar las condiciones de la vía.

Reacciones diversas ante la nueva medida
A pesar de las críticas, la medida cuenta con el apoyo de algunas instituciones. Fuentes del RACC, por ejemplo, valoran positivamente la iniciativa, aunque también recomiendan que se aborden las obras en los enlaces existentes y se amplíen los carriles donde sea necesario. Ramón Lamiel, director del SCT, asegura que ya hay un calendario de obras previsto para solucionar los problemas en los enlaces.
Otras medidas en estudio
Además de la velocidad variable, el SCT está estudiando otras medidas para mejorar la fluidez del tráfico en la AP-7. Una de ellas es la implementación de un sistema para ordenar y separar los flujos en el tramo central más conflictivo, utilizando carriles de salida más largos. Según informa Lamiel a EFE, este sistema permitiría dividir los carriles desde Santa Perpetua hasta Barberà, separando el tráfico que se dirige a Tarragona del que se dirige a la C-58 hacia el Vallès. También se plantea la incorporación de paneles luminosos con mensajes más «incisivos» para recomendar a los conductores que tomen vías alternativas en caso de congestión.
- Implementación de velocidad variable en 150 km.
- Separación de flujos de tráfico en el tramo central.
- Paneles luminosos con mensajes informativos.
El aumento de la siniestralidad y la necesidad de soluciones
La AP-7 ha experimentado un aumento significativo de incidencias en el primer trimestre del año, con más de 250 incidentes que han afectado al tráfico. En 2024, se registraron un total de 1.652 incidencias. Aunque el número de víctimas mortales había ido a la baja en años anteriores, este año ya se han registrado 4 fallecidos. Esta situación ha generado preocupación entre los usuarios, que se preguntan si la AP-7 sigue siendo una alternativa fiable. Como señala Andreu Piqué, vecino de Calafell, los retrasos constantes en el transporte público le obligan a utilizar el vehículo privado, a pesar de las congestiones en la AP-7.
Lamiel insiste en que el índice de peligrosidad de la AP-7 es bajo, entre el 4 y el 5%. Sin embargo, reconoce que el aumento de la interacción de vehículos ha provocado un incremento de la siniestralidad. Por ello, las medidas que se están implementando se aplicarán en los tramos con problemas de saturación, ya que la siniestralidad es una consecuencia de la congestión.
En definitiva, la AP-7 está experimentando una transformación para hacer frente al aumento del tráfico y la siniestralidad. La implementación de la velocidad variable y otras medidas buscan mejorar la seguridad y fluidez del tráfico, aunque la efectividad de estas iniciativas aún está por verse.