La inmigración irregular en España repunta y Marruecos refuerza el control
España vuelve a ser, junto con Grecia, el único país mediterráneo donde las entradas irregulares de inmigrantes siguen creciendo. A 15 de agosto, el Ministerio del Interior ha registrado la llegada, por tierra y por mar, de 31.155 personas, un 66% más que en el mismo periodo de 2023, aunque las cifras revelan un frenazo respecto a principios de este año.
Marruecos controla cada vez más las salidas de inmigrantes desde sus costas, por lo que el desafío está ahora más al sur, en Mauritania. Y el escenario no va a mejorar debido a la inestabilidad del Sahel, donde varios países atraviesan serias dificultades.
La ruta canaria, principal vía de entrada
El fuerte repunte en las entradas se explica por la ruta canaria, la vía por la que se juegan la vida el 70% de los migrantes que entran de forma irregular a España. Los números de esta ruta (22.304 entradas) se han más que duplicado respecto al año pasado.
Sin embargo, las cifras de aumento camuflan un frenazo respecto a comienzos de este año. Por ejemplo, las llegadas a las islas han pasado de 7.000 en enero y más de 4.000 en febrero a poco más de 2.000 en julio.
Mauritania, punto caliente de la inmigración
La situación en Mauritania es crítica. Las llegadas desde sus costas de más de 13.000 personas suponían al cierre del primer semestre un crecimiento del 6.000%, según fuentes dedicadas al control de fronteras.
La presión de candidatos a la emigración de origen maliense en Mauritania es enorme y la situación en Malí solo empeora. Además, el éxito de los que alcanzan las islas Canarias ha atraído a más gente de otras nacionalidades para intentar llegar.
El perfil de quienes parten de Mauritania plantea nuevos desafíos. Hay un detalle que ha llamado la atención de las fuerzas de seguridad: están emigrando los propios mauritanos. Estas llegadas indican un aumento del descontento de la población local, ya que hasta ahora no había un número relevante de mauritanos que quisieran emigrar en cayuco.
Los malienses, la nacionalidad más numerosa
Por primera vez, los malienses son la nacionalidad más numerosa de los que arriban a España de forma irregular. Entre los más de 9.000 malienses registrados, según datos policiales, los hay incluso que han desembarcado en las islas Baleares a través de la ruta argelina.
La llegada de malienses dibuja un nuevo escenario que exige a las autoridades españolas otros enfoques. España, a diferencia de Italia y Grecia, ha podido presentar todos estos años su inmigración irregular como eminentemente económica y prestar menos atención a sus compromisos internacionales con el asilo.
Marruecos refuerza el control
Mientras el panorama en la vertiente atlántica es incierto, Marruecos mantiene un férreo control de sus costas del norte y del sur, así como de las del Sáhara Occidental. El despliegue se ha traducido en un descenso de alrededor del 30% de las entradas desde esas zonas.
Sin embargo, la presión de Rabat está desplazando a los emigrantes hacia el sur de la región. Un ejemplo de ello es la aparición en Canarias de refugiados sirios y pakistaníes que habrían partido desde Mauritania y Senegal.
Otros puntos calientes
Las llegadas desde Argelia han despuntado cerca de un 15% en el primer semestre, según fuentes policiales, un repunte que se hace notar sobre todo en las islas Baleares.
El frente abierto en Marruecos es Ceuta, donde las entradas por vía terrestre han crecido un 173% y suman ya 1.605 personas. También sigue sin atajarse el negocio de las narcolanchas cargadas de inmigrantes.
Llamamiento a un enfoque más estratégico
Los expertos echan en falta un planteamiento más estratégico que incentive vías legales y seguras para emigrar y que tenga en cuenta los desequilibrios demográficos y de oferta de mano de obra entre Europa y África.
También piden calma: las cifras de entrada a Canarias y por las fronteras europeas son una gota en el océano en comparación con las personas que emigran de forma legal.
En concreto, las 31.155 entradas irregulares en lo que va de año suponen apenas un 5,6% de los extranjeros que se instalaron en España entre abril de 2023 y abril de 2024 y un 0,06% del total de la población.