La miopía es un problema que cada vez afecta a más personas en el mundo, especialmente a los niños y adolescentes. El uso excesivo de pantallas, como los celulares y las tablets, ha contribuido al aumento de casos de miopía en estas edades. Según estudios, uno de cada cinco chicos en edad escolar es miope a nivel global y se estima que para el año 2050 más de la mitad de la población mundial tendrá miopía. En Mendoza, Argentina, también se ha observado un aumento significativo en la prevalencia de la miopía en los últimos años.
Los especialistas advierten sobre los riesgos de la miopía, más allá de la necesidad de usar gafas. La miopía puede tener serias implicancias para la salud ocular a largo plazo, como el aumento del riesgo de desprendimiento de retina. Es por eso que es fundamental tomar conciencia y tomar medidas para prevenir y controlar la miopía en los niños.
Una de las principales causas de la miopía en los niños es pasar demasiado tiempo frente a pantallas y no suficiente tiempo al aire libre. Los expertos recomiendan que los niños pasen al menos dos horas al día al aire libre para proteger su salud visual. Además, sugieren limitar el uso de dispositivos electrónicos y realizar controles oftalmológicos regulares desde la infancia temprana.
Para frenar el avance de la miopía en los niños, existen diferentes tratamientos disponibles. Se pueden utilizar lentes multifocales especiales, gotas para relajar el ojo durante el sueño nocturno, lentes de contacto especiales o incluso medicamentos como la atropina en bajas concentraciones. Sin embargo, es fundamental consultar a un oftalmólogo para evaluar la mejor opción de tratamiento para cada caso.
En resumen, la miopía en niños y adolescentes está en aumento debido al uso excesivo de pantallas y la falta de tiempo al aire libre. Es importante tomar medidas para prevenir y controlar la miopía, como limitar el uso de dispositivos electrónicos, pasar tiempo al aire libre y realizar controles oftalmológicos regulares. Con un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, es posible frenar el avance de la miopía y proteger la salud visual de los niños.