Barcelona toma medidas contundentes para abordar la crisis de vivienda: eliminación de pisos turísticos y revisión del 30% para vivienda social
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado dos medidas estructurales para hacer frente a la escasez de vivienda en la ciudad: la eliminación progresiva de los pisos turísticos en un plazo de cinco años y la modificación de la normativa que obliga a los promotores a destinar un 30% de las viviendas de nueva construcción a protección social.
La medida sobre los pisos turísticos responde al decreto de la Generalitat de Cataluña, que emplaza a los municipios a regular este tipo de alojamientos. Barcelona no concede nuevas licencias desde 2014, cuando la oferta se congeló en 9.600, pero aún quedan algunos cientos de solicitudes pendientes de resolución judicial.
Según la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, la eliminación de los pisos turísticos supondrá "el equivalente a construir 10.000 viviendas" de uso residencial. La indemnización a los propietarios se realizará a través del plazo de cinco años establecido para la extinción de las licencias.
En cuanto a la modificación del 30% para vivienda social, el objetivo es "que funcione", ya que hasta ahora ha generado pocas viviendas y duras críticas del sector inmobiliario. La nueva normativa permitirá agrupar las reservas de pisos protegidos en un solo edificio y no obligará a que convivan viviendas de precio libre y asequible en una misma escalera.
Reacciones de la oposición
La oposición ha acogido con división las medidas anunciadas. Janet Sanz, exconcejala de Urbanismo de Barcelona en Comú, ha celebrado la eliminación de licencias, pero ha criticado el plazo de cinco años, que considera excesivo. Damià Calvet, concejal de Junts per Catalunya, ha aplaudido la flexibilización del 30%, pero ha pedido más facilidades para los promotores.
El grupo municipal de ERC ha valorado positivamente el decreto de pisos turísticos, pero ha reclamado "medidas más ambiciosas" para la vivienda social. Elisenda Alamany, concejala de ERC, ha destacado que Barcelona "necesita respuestas urgentes en materia de vivienda".