Un avión de United Airlines, específicamente un Boeing 737-800, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Rogue Valley en Medford, Oregón, sin una parte del fuselaje tras realizar un vuelo procedente de San Francisco a la 1:45 p.m. del viernes pasado. Según confirmaron desde la aerolínea, se llevará a cabo una exhaustiva investigación para determinar cómo se desprendió la pieza en cuestión, asegurando la seguridad de los 139 pasajeros y los 6 miembros de la tripulación a bordo.

¿Qué pasó exactamente y cuáles son los próximos pasos?

Mientras las operaciones en el aeropuerto solo se vieron brevemente interrumpidas para una inspección de la pista asegurando que no cayeran partes, ya se han iniciado tanto investigaciones internas por parte de United como una averiguación de la Administración Federal de Aviación (FAA). No hubo indicios de problemas durante el vuelo y ningún tipo de emergencia fue declarada, los detalles de cómo ocurrió el incidente aún están en proceso de ser determinados.

Los antecedentes de Boeing y la seguridad en cuestión

Este incidente se suma a una serie de sucesos recientes que han puesto en tela de juicio la seguridad de las aeronaves de Boeing, incluyendo otros casos de pérdidas de partes de aviones en pleno vuelo y aterrizajes de emergencia. El enfoque ahora recae tanto en las acciones de supervisión por parte de la FAA como en las medidas que Boeing deberá adoptar para atender y prevenir futuras problemáticas de calidad en sus aviones.

El Boeing 737 implicado en el incidente del viernes es una aeronave con 25 años de antigüedad que fue entregada inicialmente a Continental Airlines, la cual se fusionó con United en 2012. El número de incidentes recientes ha llevado a expertos en aviación a especular sobre posibles conexiones con el Aeropuerto Internacional de San Francisco, donde varios de estos vuelos tuvieron su origen.

La preocupación por la seguridad de las aeronaves de Boeing va más allá de los límites de la compañía, alcanzando niveles gubernamentales, tal como se reflejó en las recientes declaraciones de la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, asegurando que la FAA está aumentando la supervisión para reforzar la seguridad de Boeing, calmando así las preocupaciones de la ciudadanía.