Cáritas Diocesana de Barcelona se enfrenta al límite de su capacidad para atender a las personas necesitadas, según su memoria anual de 2023 presentada este jueves. La entidad, que atendió a 44.526 personas el año pasado, ha alertado de que el crecimiento de las personas atendidas es prácticamente nulo no porque la pobreza se haya frenado, sino porque la entidad no puede atender a más personas.

Recursos escasos, necesidades crecientes

Esta situación se debe a la escasez de recursos y al aumento de las necesidades sociales, según ha explicado Eduard Sala, director general de Cáritas Barcelona. "No podemos crecer al ritmo que crecen las necesidades sociales", ha afirmado Sala, quien ha añadido que esto implica tener que decir "no" muchas veces: el año pasado solo recibieron ayuda económica directa 4.420 personas y solo se ofrecieron 2.000 plazas de vivienda.

Cáritas también acusa "desgaste y fatiga" en las donaciones: los recursos utilizados, de 23 millones de euros, se han mantenido más o menos estables en el tiempo, pero el número de socios y donantes ha caído, pasando de los 11.939 en el año 2020 a los 8.996 el año pasado.

Un símil con el Titanic

Para explicar la situación actual, Sala ha hecho un símil con el hundimiento del Titanic. "No solo había pocas barcas para salvar a la gente, sino que lo que la gente no sabe es que las que se utilizaron lo hicieron a la mitad de su capacidad. En nuestro caso, la barca está llena, pero la gente sigue ahogándose", ha apuntado.

El director general de Cáritas ha reconocido que "no es fácil" tener que negar la ayuda a las personas que más la necesitan por falta de recursos, pero ha insistido en que la entidad está haciendo todo lo posible para atender a todas las personas que acuden a ella.

Perfil de los atendidos

Cáritas atiende a personas en el ámbito territorial de la diócesis barcelonesa, que incluye Barcelona ciudad y varias ciudades del Baix Llobregat y del Maresme. La cifra total de atendidos en la diócesis, si se suman los que acuden a las parroquias y que no está digitalizada, asciende a casi 100.000 personas.

Casi la mitad de las personas atendidas, el 45%, son personas solas, mientras que los hogares atendidos con niños o adolescentes representan el 40% del total. Además, seis de cada 10 personas atendidas son mujeres.

El principal problema de las personas que acuden a Cáritas es la vivienda: el 72% de los atendidos están en situación de exclusión residencial, ya sea porque viven en habitaciones realquiladas, en entidades, ocupando, en alquileres sin contrato o directamente en la calle.

Reivindicaciones a las administraciones

Cáritas ha reclamado a las administraciones políticas tres medidas para mejorar la situación de las personas necesitadas: el acceso y mantenimiento de una vivienda digna, garantizar la buena administración y la protección social, y el apoyo a las familias con niños y adolescentes.

En cuanto a la vivienda, Sala ha insistido en la necesidad de consensos en políticas sociales: "Las administraciones tienen que ponerse de acuerdo de una vez para hacer políticas sociales de mirada larga y consensuada. Necesitamos consensos en políticas sociales como la vivienda".

Cáritas también ha criticado las dificultades de empadronamiento en los municipios, que afectan especialmente a las personas en situación irregular.