Carlos Mazón, bajo presión

La tragedia de Alicante ha puesto en entredicho la gestión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien es acusado de no haber tomado las medidas necesarias para prevenir la catástrofe.

Desde el minuto cero, la derecha y la ultraderecha han politizado la tragedia para beneficiarse de ella. La querella de Manos Limpias contra la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), sin recorrido jurídico pero con un terrible impacto social, nace del mismo pozo de miseria moral que las palabras de Feijóo, quien cuestionó a la agencia estatal para defender al presidente autonómico.

Una tragedia humana de esta magnitud se podía haber evitado. Nadie puede negarlo ni rebatirlo. ¿Cuántas vidas se habrían salvado si la alerta hubiese llegado diez horas antes? Los avisos de AEMET, que ha realizado y realiza un trabajo impecable, eran claros desde hacía días.

El presidente Mazón, como máximo responsable, desoyó a estos y otros profesionales, y no consideró necesario alertar a la población. Incluso, podría haberse excusado en las erráticas actuaciones de la conselleria de Justicia e Interior, carcomida como tantos otros departamentos de su Consell por la inoperancia, la ineptitud y la descoordinación.

Ante la presión política y social, Mazón debe dimitir. El Partido Popular valenciano ya no es esa bestia electoral de potencia hegemónica y poder omnímodo que era hace década y media. Ni puede ni podrá tapar sus errores y su desgobierno como lo hizo con el accidente del metro de 2006.

Responsabilidades políticas

La tragedia ha puesto en evidencia la falta de coordinación y la incapacidad de reacción de las autoridades. La oposición ha exigido responsabilidades políticas y ha pedido la dimisión del presidente Mazón. El propio Mazón ha reconocido que se han cometido errores y ha anunciado que tomará medidas para depurar responsabilidades.

Investigación en curso

La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar si hubo negligencia o imprudencia en la gestión de la emergencia. La investigación se centrará en las decisiones tomadas por las autoridades antes y durante la catástrofe.

Solidaridad y apoyo a las víctimas

Mientras tanto, continúan las labores de búsqueda y rescate de las víctimas. La solidaridad y el apoyo a los afectados se ha hecho patente en toda España. El Gobierno ha decretado tres días de luto oficial y ha anunciado que pondrá en marcha un plan de ayudas para los damnificados.