Castilla y León invierte 5 millones de euros para mejorar la Red de Centros de Fauna Silvestre
La Junta de Castilla y León destinará cinco millones de euros a la mejora de la Red de Centros de Atención de Fauna Silvestre entre 2024 y 2025. Esta red, integrada por tres Centros de Recuperación (CRAS) y dos Centros de Recepción (CRF), atiende anualmente a cerca de 7.000 ejemplares de fauna silvestre, desempeñando un papel esencial en la rehabilitación, protección y conservación de la biodiversidad en la Comunidad.
Ampliación de infraestructuras y nuevos equipamientos
La inversión comprende la remodelación de las infraestructuras existentes y la construcción de un nuevo CRAS en Valsemana (León), con un presupuesto estimado de 1,75 millones de euros. Además, se creará un CRF en Ávila (300.000 euros), se mejorará el CRF 'Las Dunas' en Salamanca (400.000 euros), se invertirá en el CRAS de Segovia (300.000 euros) y se destinarán 70.000 euros a los CRF de Valonsadero (Soria) y Zamora.
En Valsemana, junto a la construcción del nuevo CRAS, se ampliará el Centro de Cría del Urogallo, con una inversión adicional de tres millones de euros y un mantenimiento anual estimado de 500.000 euros. También se elaboran proyectos para optimizar la capacidad y los servicios del CRAS de Valladolid.
Equipo profesional y funciones múltiples
Los CRAS cuentan con un equipo clínico de más de 20 profesionales, entre veterinarios, biólogos e ingenieros forestales, que no solo se dedican a la rehabilitación de animales heridos, sino que también participan en investigaciones sobre la mortalidad de la fauna, el seguimiento sanitario y la sensibilización sobre su conservación. Además, colaboran en proyectos de investigación y conservación, como el programa de captura y radiomarcaje del oso pardo.
Datos sobre la Red de CRAS
El pasado año, la red de Centros de Recuperación de Castilla y León registró 6.675 ingresos, de los cuales 5.745 correspondieron a fauna silvestre, 103 a especies domésticas y 617 a especies exóticas invasoras. Se recibieron 210 muestras para análisis, incluidas 67 para estudios genéticos y 96 para el Plan de Vigilancia Epidemiológica.
De los 6.465 ejemplares recibidos, 3.616 eran animales vivos, 2.232 cadáveres y 617 controles poblacionales de visón americano. Las aves representaron la mayoría de los ingresos, con 5.168 entradas, seguidas de 610 mamíferos, 51 reptiles, 11 peces y 5 anfibios.
Principales causas de ingreso y análisis anatomopatológicos
Las principales causas de ingreso fueron la recogida de pollos y crías del año (32%) y los traumatismos indeterminados (18%). Otros motivos incluyen atropellos, electrocuciones, colisiones con tendidos eléctricos y aerogeneradores, y enfermedades. Cabe destacar un descenso significativo en los ingresos por disparo respecto al año anterior, con una reducción del 30,6%.
En los centros de Valladolid y Burgos se realizan análisis anatomopatológicos a los ejemplares fallecidos, permitiendo detectar enfermedades, intoxicaciones y otros delitos contra la fauna silvestre. Estos análisis también contribuyen a los censos genéticos de especies protegidas como el lobo ibérico y el oso pardo.
La mayoría de las recogidas de animales fueron realizadas por agentes medioambientales, celadores y técnicos de medioambiente (3.076 ingresos), seguidos de particulares (1.590), empresas y asociaciones medioambientales (459), personal de la red CRAS (307) y cuerpos de seguridad (274).
Compromiso con la conservación de la fauna silvestre
La inversión de la Junta de Castilla y León en la Red de Centros de Atención de Fauna Silvestre demuestra su firme compromiso con la conservación de la biodiversidad y el bienestar de la fauna silvestre en la Comunidad. Estas instalaciones desempeñan un papel fundamental en la rehabilitación de animales heridos, la investigación científica y la educación ambiental, contribuyendo a la protección y preservación de las especies y sus hábitats.