Cataluña avanza en el traspaso de Rodalies: la línea R1 inicia el proceso
El Gobierno catalán ha dado luz verde al inicio del traspaso de la línea de Cercanías R1, que conecta Barcelona con Maçanet-Massanes (Girona), como parte del proceso de transferencia de Rodalies a la Generalitat de Cataluña.
Un largo camino hacia la gestión catalana
El traspaso de Rodalies es un proceso que se ha prolongado durante años, marcado por negociaciones y acuerdos parciales. El anuncio del inicio de la transferencia de la R1 representa un paso significativo, ya que es la primera línea que pasará a ser gestionada por la Generalitat.
Según la consejera de Territorio y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, se espera que el acuerdo definitivo para la gestión de la R1 por parte de la Generalitat se apruebe en el primer trimestre de este año. Sin embargo, la operatividad de la línea seguirá en manos de Adif hasta la creación de una empresa mixta entre la Generalitat y el Estado, prevista para antes de finales de 2025.
Un impulso al traspaso ante las negociaciones presupuestarias
El Gobierno catalán está acelerando el proceso de traspaso ante el anuncio de ERC de no negociar los presupuestos de 2025 hasta que se cumplan sus condiciones, entre ellas el traspaso de Rodalies y la financiación singular. El Ejecutivo catalán considera que avanzar en el proceso de traspaso es clave para evitar una segunda prórroga de los presupuestos de 2023.
Características de la transferencia de la R1
La línea R1 será segregada de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) y pasará a ser gestionada por la Generalitat de Cataluña. El Govern argumenta que la R1 no tiene interés general para el Estado, ya que nace y muere en Cataluña. La única excepción será la Bifurcación de Sagrera, en Barcelona, que seguirá incluida en la RFIG por su conexión con otras infraestructuras estatales.
Infraestructuras Ferroviarias de Cataluña (Ifercat) asumirá la administración de las infraestructuras ferroviarias que actualmente pertenecen a Adif. Sin embargo, aún no está claro qué competencias asumirá Ifercat y qué papel desempeñará en la empresa mixta con el Estado.
La R1 cuenta con 73 kilómetros de vía general de circulación, 35 de los cuales son de vía doble, así como 17 kilómetros de vías de estacionamiento de trenes. Las instalaciones de las estaciones, incluyendo 36 ascensores, siete escaleras mecánicas y ocho túneles, también pasarán a ser controladas por la Generalitat.
Incógnitas y retos del traspaso
El traspaso de la R1 aún presenta incógnitas, como las características de la empresa mixta, los calendarios de la Generalitat y las garantías para los usuarios. Paneque ha insistido en que la precaria situación actual de Rodalies es el resultado de años de desinversión y que se requiere "seguridad jurídica" en este primer traspaso de una línea de estas características.
El traspaso también supone un aumento de la complejidad, ya que implicará la colaboración entre Renfe, Adif e Ifercat para proporcionar el servicio. Además, aún no se ha determinado el calendario exacto para la ampliación de la empresa Ifercat, que actualmente solo cuenta con 10 trabajadores.
Otros avances en Rodalies
El anuncio del traspaso de la R1 se suma a otros avances en Rodalies. Recientemente se han reactivado las obras de Roda de Berà y las mejoras de la R3. Además, el Consejo de Ministros aprobó la inyección de 283 millones de euros a la Generalitat para hacer frente al déficit de Rodalies en 2023.
Reacciones políticas
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha valorado el anuncio del traspaso como "positivo", pero ha señalado que "no puede tardar 15 años", en referencia al primer acuerdo de traspaso parcial de Rodalies anunciado en 2009.