Cambio significativo en la política de Chick-fil-A sobre el uso de antibióticos en pollos

¿Qué cambios está implementando Chick-fil-A y cuándo entrarán en efecto?

Chick-fil-A, la cadena de comida rápida con sede en Atlanta, ha anunciado recientemente un cambio importante en su política de uso de antibióticos en los pollos que sirve. A partir de esta primavera, la compañía pasará de una política de 'No Antibióticos Jamás' (NAE por sus siglas en inglés) a 'No Antibióticos Importantes para la Medicina Humana' (NAIHM por sus siglas en inglés). Este movimiento tiene como objetivo principal mantener la oferta de pollo de alta calidad que los clientes esperan de la marca, según ha informado la compañía a través de su aplicación móvil y su sitio web oficial.

¿Qué significa este cambio para el pollo de Chick-fil-A?

La decisión de realizar este ajuste se da luego de reconocer posibles desafíos en el suministro futuro de pollo que cumpla con los estrictos estándares de la empresa. Aunque el pollo NAE significa que ninguna clase de antibióticos fue utilizada en la crianza de las aves, la nueva política NAIHM limitará el uso de aquellos antibióticos que son importantes para la medicina humana y solamente permitirá el uso de antibióticos de uso veterinario en casos donde el animal o los que están a su alrededor se enfermen.

Este ajuste en su política marca una diferencia respecto al cambio que Chick-fil-A realizó en 2014, cuando se comprometió por primera vez a utilizar pollo sin antibióticos, logrando su objetivo de servir pollo libre de estos fármacos en todas sus cadenas en 2019. La medida refleja un compromiso continuo con la calidad, al mismo tiempo que ofrece una mayor flexibilidad en la gestión de su cadena de suministro de pollo.

Reacciones y contexto en la industria

No solo Chick-fil-A ha realizado ajustes en su política sobre antibióticos. Otras compañías como Panera Bread y Tyson Foods también han tenido que reintroducir ciertos antibióticos en sus cadenas de suministro para hacer frente a desafíos similares de abastecimiento. Estos movimientos han provocado diversas reacciones entre los consumidores y expertos en la industria alimentaria.

A pesar de la preocupación por el uso responsable de antibióticos en la producción de alimentos, estas decisiones destacan los desafíos que enfrentan las grandes cadenas de restaurantes para mantener un equilibrio entre la calidad, la oferta y la demanda de sus productos.

Chick-fil-A sigue comprometido con la transparencia y la comunicación con sus clientes, asegurando que se mantiene dentro de los estándares para ofrecer productos de alta calidad y satisfacer las expectativas del consumidor. El público en general puede acceder a más información sobre estos cambios a través de la aplicación móvil de la compañía y su sitio web.