Chihuahua se opone a ser 'santuario' de migrantes, pero ofrece apoyo temporal
Ante la inminente crisis migratoria por las posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, ha declarado que el estado no se convertirá en un "santuario" para migrantes.
Razones del rechazo
Campos esgrime dos razones principales para su postura:
Apoyo transitorio
A pesar de su oposición a ser un santuario, Campos ha expresado su disposición a ofrecer asistencia temporal a los migrantes.
El gobierno estatal proporcionará transporte (autobuses y aviones) para el tránsito de deportados, pero no permitirá que permanezcan en Chihuahua.
Impacto económico
Campos también ha destacado las posibles consecuencias económicas negativas de una mayor migración, argumentando que podría afectar a las industrias manufactureras y provocar pérdidas multimillonarias.
Contexto del análisis
El gobierno de Chihuahua ha realizado estudios que indican que el tráfico de personas es más lucrativo para las organizaciones criminales que el tráfico de drogas, lo que podría generar mayor violencia si aumenta el número de migrantes.
Declaraciones de la gobernadora
Perspectiva humanitaria
Campos ha enfatizado la necesidad de brindar dignidad a los migrantes que transiten por Chihuahua, pero también subraya la importancia de proteger al estado de los riesgos potenciales.
Datos adicionales
- Chihuahua tiene 630 kilómetros de frontera con Estados Unidos.
- El gobierno estatal destina 5 millones de pesos mensuales a programas de migración.
- El 15% de los habitantes de Ciudad Juárez viven en pobreza alimentaria.
Conclusiones
El estado de Chihuahua no se convertirá en un santuario para migrantes, pero ofrecerá asistencia temporal a quienes transiten por su territorio. La gobernadora Campos prioriza la seguridad del estado y sus habitantes ante la posible crisis migratoria.