Madrid ultrarrico: Cine de lujo en las azoteas, lejos del alcance de los madrileños
En el corazón de Madrid, donde el sol baña los tejados de la ciudad, se alza una azotea que alberga un espectáculo cinematográfico exclusivo. Cada miércoles, un selecto grupo de clientes se reúne en este oasis urbano para disfrutar de una experiencia cinematográfica única: el cine al aire libre en el Four Seasons.
Bajo el cielo estrellado, los asistentes se acomodan en cómodos sofás frente a una pantalla gigante. El aroma embriagador del vino fino flota en el aire mientras los camareros, cual personajes de una película de Tarantino, atienden a los comensales.
Un menú inspirado en la gran pantalla
Pero este cine al aire libre no es solo una proyección cualquiera. Cada detalle está cuidadosamente diseñado para recrear el ambiente de las películas que se proyectan. El menú, creado por el afamado chef Dani García, es un homenaje culinario a los platos que aparecen en pantalla.
Así, mientras los espectadores se sumergen en la icónica escena del cuarto de libra con queso de "Pulp Fiction", ellos también pueden saborear este delicioso clásico. La sincronía entre la pantalla y la mesa es asombrosa, transportando a los asistentes al mismísimo corazón de la acción.
Una experiencia exclusiva para los más opulentos
Sin embargo, este lujo cinematográfico tiene un precio elevado. Cada entrada para esta experiencia exclusiva cuesta 225 euros, lo que supone más del 10% del salario mensual medio en España. Esto deja claro que el público objetivo de este espectáculo no es el madrileño de a pie.
La clientela, según explica Sebastian Ifergan, director general del Four Seasons, está compuesta por "la jet set madrileña" y extranjeros adinerados que buscan experiencias únicas y exclusivas. A pesar de su elevado coste, las entradas se agotan rápidamente, lo que demuestra la creciente demanda de este tipo de planes entre la élite de Madrid.
La desigualdad se hace patente
Mientras esta opulencia se despliega en las azoteas, la mayoría de los madrileños parecen ajenos a este mundo de lujo. La desigualdad en la capital española se hace cada vez más evidente, con un aumento significativo de los ingresos de los habitantes del noroeste y el centro en comparación con los del sur.
La llegada de inmigrantes ricos ha exacerbado estas diferencias, convirtiendo a Madrid en un imán para quienes buscan experiencias exclusivas. Según el buscador Jetcost, Madrid es ahora el destino turístico nacional más solicitado, superando a otras ciudades populares como Benidorm.
Planes de lujo cada vez más comunes
En consonancia con esta tendencia, los planes de lujo como el cine al aire libre del Four Seasons se están volviendo cada vez más comunes en Madrid. En el Hotel Emperador, por ejemplo, el cine de verano ofrece entradas a 27 euros con una copa de Moët, mientras que en el Palacio de los Duques, de Meliá, el precio es de 35 euros e incluye palomitas.
Experiencias como estas, que no están al alcance de todos, ponen de manifiesto la creciente brecha entre los ricos y el resto de la sociedad madrileña. Mientras unos disfrutan de opulentos placeres en las alturas, otros luchan por llegar a fin de mes.
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