La soledad, un problema creciente en la actualidad
La soledad se ha convertido en un fenómeno común en la vida contemporánea. Según datos de Gallup, uno de cada cinco adultos en Estados Unidos reportó sentir soledad “gran parte del día” recientemente. Esta epidemia de soledad ha llevado a profesionales de la salud a advertir sobre sus efectos negativos, que van desde problemas de sueño hasta la depresión y un aumento en la mortalidad. El Dr. Vivek Murthy, Cirujano General de EU, ha descrito esta situación como un verdadero desafío para la sociedad actual.
Causas de la soledad
El cambio de ciudad, el trabajo remoto y las transformaciones en las redes sociales son solo algunas de las circunstancias que han contribuido a este fenómeno. Tras la pandemia de Covid-19, muchas personas perdieron oportunidades de interacción social, lo que ha hecho que, aunque las tasas de soledad no son tan altas como en el pico de la crisis sanitaria, sí se ha notado un incremento en este año.
Tipos de soledad
Según la Dra. Gemma Hughes, profesora asociada de gestión de salud en el Reino Unido, existen dos tipos de soledad: la emocional y la social. La primera surge de la falta de conexiones profundas, mientras que la segunda se relaciona con la ausencia de redes sociales y de interacciones cotidianas. Abordar ambas dimensiones es esencial para mitigar la soledad.
Cómo combatir la soledad
La Dra. Gail Saltz, profesora asociada de psiquiatría en el NewYork-Presbyterian Hospital, sugiere que invertir tiempo en la comunidad puede ser una solución efectiva. Aunque pasar tiempo con amigos y familiares es vital, pequeñas interacciones cotidianas, como charlar con un desconocido en la tienda o en una cafetería, pueden marcar la diferencia. Saltz recomienda aprovechar los momentos de la rutina diaria para establecer conexiones, incluso si son breves.
El voluntariado es otra herramienta poderosa para combatir la soledad. Saltz señala que ayudar a otros no solo mejora el estado de ánimo, sino que también promueve la conexión con la comunidad. Participar en actividades de voluntariado puede generar un sentido de propósito y pertenencia, lo que resulta beneficioso para quienes luchan con la soledad.
Para algunos, iniciar conversaciones con desconocidos puede resultar intimidante, especialmente si la ansiedad social ha aumentado. Saltz sugiere que las personas se preparen mentalmente antes de salir, recordando que los pensamientos negativos no son predictores de la realidad. Con la práctica, estas interacciones pueden volverse más fáciles y gratificantes.
Además, las redes sociales pueden parecer una solución rápida, pero a menudo dejan a las personas sintiéndose más aisladas. Saltz aconseja reducir el tiempo en línea y centrarse en actividades que realmente nutran el bienestar personal. El ejercicio regular y el tiempo al aire libre son componentes esenciales para manejar el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Por último, si la soledad afecta significativamente la vida diaria, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental. La atención adecuada puede ser un paso vital para superar estos sentimientos y encontrar un camino hacia la conexión y la felicidad.
Artículo publicado el 21 de octubre de 2024 en El Imparcial.