Comedores compulsivos, una lucha similar a la adicción al alcohol
La compulsión por la comida puede ser tan dañina como la adicción al alcohol, según afirma Graciela, miembro de Comedores Compulsivos Anónimos (CCA) en Tampico. Para ella, los atracones de comida son el resultado de emociones mal manejadas, un refugio ante el enojo, el coraje o la frustración.
“La comida me trata bien, me satisface, es como un refugio, una forma de auto complacerte”, explica Graciela, comparando la sensación de comer compulsivamente con el placer que sienten los alcohólicos al beber.
Esta adicción a la comida puede llevar a graves problemas de salud, como diabetes, hipertensión y otros trastornos que pueden conducir a la muerte. Por ello, Graciela considera que es esencial darle la importancia que merece y buscar ayuda para controlarla.
CCA: Un programa de apoyo para comedores compulsivos
CCA surgió en Tampico hace más de 20 años, siguiendo los mismos 12 pasos que el grupo Alcohólicos Anónimos (AA). El programa se basa en la idea de que las harinas y los azúcares son los principales responsables de la adicción a la comida, y que controlar su consumo es esencial para lograr la abstinencia.
El grupo se reúne los martes a las 4:30 de la tarde en el Centro de Integración Juvenil de Tampico. Es un programa gratuito, pero abierto a contribuciones voluntarias para su subsistencia.
CCA ha ayudado a muchas personas a perder peso y controlar su forma de comer. Una de ellas es una señora de 70 años que perdió una cantidad impresionante de peso y hasta se puso a estudiar. “Cuando tú tienes control sobre la comida y la mantienes a raya, te sientes poderoso, puedes proponerte cualquier objetivo y lograrlo”, asegura Graciela.
Recomendaciones para controlar la compulsión por la comida
Graciela recomienda a las personas que luchan contra la compulsión por la comida que se unan a CCA o busquen ayuda profesional. También aconseja adoptar una dieta equilibrada, libre de azúcar y harina, y mantener un registro diario de los avances.
“La adicción a la comida es de las más fuertes que hay, pero cuando se logra autorregular la alimentación, se nota en el cuerpo, desaparecen los kilos de más, la fatiga y los pensamientos negativos”, concluye Graciela.