Rubén A. S. ha sido condenado a 21 años de prisión por el asesinato de Bryan L. C. en la discoteca ilegal La Fiestuki de La Cistérniga, Valladolid, en 2022.

¿Qué ocurrió?

El acusado discutió con la víctima, de 27 años, y acabó disparándole en el pecho, dándose a la fuga posteriormente. El juez ha impuesto una condena de 17 años y medio por el crimen, otros dos por amenazas posteriores y un año y medio por posesión ilícita de armas.

Juicio y pruebas

El juicio, celebrado con un jurado popular hace dos semanas en Valladolid, ha absuelto a la pareja del acusado, para quien se solicitaba un año de prisión por tenencia ilícita de armas. El acusado mantuvo su inocencia durante el juicio, asegurando que el disparo lo realizó una tercera persona a la que temía inculpar.

Solo dos trabajadores del local ilegal y su dueño respaldaron esta versión frente al resto de testigos. El magistrado que preside el tribunal del jurado ha ordenado que se investiguen sus declaraciones, tal y como solicitó el fiscal, por si hubieran incurrido en un delito de falso testimonio. Los tres modificaron las versiones que habían ofrecido al inicio de la instrucción.

El jurado popular estableció durante su veredicto, tal y como sostuvo la fiscalía, que la víctima y el condenado iniciaron una discusión, cuyo motivo se desconoce, durante la cual la víctima cogió una barra de hierro con la que intentó intimidar al acusado.

El acusado reaccionó mostrando una pistola que llevaba en la cintura, ante lo cual la víctima se envalentonó y desafió al acusado a disparar. El personal del establecimiento, al ver la situación, retiró la barra al hombre que la portaba y ordenó a los dos implicados en la disputa que salieran del local y no causaran más problemas en el interior.

Los testigos afirmaron que el condenado intentó entregar el arma a otra persona, diciéndole: "Toma la pistola, que al final le pego un tiro". Sin embargo, esta persona no quiso quedarse con el arma y, cuando se encontraban fuera de la discoteca, la víctima se encaró con el acusado, diciéndole: "Saca lo que tienes ahí" o "Mátame, si tienes cojones, mátame". Entonces, el acusado cogió la pistola y disparó a la víctima a muy corta distancia, provocándole la muerte. Posteriormente, huyó en dirección a Salamanca, de donde es originario.

Investigación y arresto

Junto al acusado se encontraba su entonces pareja, que ha sido exonerada del delito de ocultación del arma. Las investigaciones policiales llevaron al arresto del acusado un mes después. En el registro de su domicilio, se encontró un arma de fuego con munición muy similar a la utilizada para matar a Bryan.

Declaraciones de testigos protegidos

A pesar del cambio de testimonio de los tres trabajadores de La Fiestuki, que inicialmente señalaron al ahora condenado pero que durante el juicio aludieron a una supuesta tercera persona, ha sido clave la intervención de dos testigos protegidos, del entorno del detenido. Ambos declararon durante el juicio que el acusado les confesó, en la misma noche de los hechos, que había utilizado su pistola.

Ambos testigos, un hombre y una mujer, sufrieron amenazas en las semanas previas a la celebración del juicio, hasta el punto de que el hombre recibió una paliza que él considera un aviso para que no delatara al investigado.

Sentencia y recursos

La condena de 21 años de prisión no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. La defensa del condenado anunció durante el juicio que recurriría la sentencia. La madre del fallecido ha renunciado a cualquier indemnización económica por el crimen.

Responsabilidades y consecuencias

El condenado deberá pagar 2.028 euros por los gastos derivados de la asistencia sanitaria del fallecido.