Condenan a 9 años de prisión a conductor drogado, alcoholizado y a exceso de velocidad que mató a dos mujeres en Floresta

El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 2 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a 9 años de prisión a Lucas Castro (40) por ser responsable del delito de "homicidio simple con dolo eventual" en dos hechos.

El acusado, que se encontraba bajo los efectos de la cocaína y el alcohol, conducía a más de 90 kilómetros por hora en el barrio de Floresta cuando impactó contra una Renault Duster en la que viajaban Clarisa Zylberman (54) y Julieta Rovea (43), quienes fallecieron en el lugar del accidente.

El hecho

El trágico suceso ocurrió el 7 de abril de 2023 en la esquina de César Díaz y Chivilcoy. Castro, que se desempeñaba como conductor de grúa y realizaba mudanzas, conducía una Ford Kuga cuando chocó contra la Duster, que circulaba con cinco ocupantes.

Además de las víctimas fatales, otra adolescente de 14 años, hija del matrimonio que conducía la Duster, sufrió graves heridas que le provocaron desplazamiento de pelvis, fractura de costilla, neumotórax y hematoma en el hígado.

La investigación

El examen toxicológico realizado a Castro dio positivo en cocaína, mientras que el test de alcoholemia arrojó un resultado de 1,73 a 2,48 gramos por litro de sangre, casi cinco veces más del límite permitido.

En su declaración, el imputado admitió haber consumido cerveza y negó haber ingerido cocaína, a pesar de estar en tratamiento por adicción a esta sustancia.

El juicio

Durante el juicio, el abogado querellante Gabriel Becker calificó el fallo como "extraordinario". Por su parte, Castro expresó su arrepentimiento por lo sucedido y aseguró estar "dolido por el daño" que ocasionó.

Sin embargo, el tribunal consideró que el acusado "no pudo haber calculado, pensado o meditado que podía terminar de esta manera" y lo condenó a 9 años de prisión.

Las víctimas

Clarisa Zylberman era tesorera en una fábrica textil y había vencido al cáncer y a una neumonía bilateral por COVID-19. Julieta Rovea era administrativa en la Facultad de Medicina de la UBA y tenía dos hijos.