La controversia detrás del Congreso Mundial de Familias en Mérida, México

¿Quién está detrás del CMF?

Además, Brown comparte liderazgo con Mayor Oreja en la Red Política de Valores, un espacio donde se han reunido opositores al aborto, incluso en casos de violación, con defensores de las terapias de conversión para homosexuales. Esta conexión revela la profundidad y el alcance de la agenda integrista que se esconde detrás de la fachada familiar del CMF.

La imagen pulcra vs. la realidad radical

La conexión española

España es el segundo país con mayor número de ponentes en el CMF, después de México. Entre ellos se encuentran figuras como Pep Borrell, presentado por el Opus Dei como «el conferencista entusiasta del amor», y María Calvo, defensora de la educación separada para niños y niñas. También participan los podcasters Lluís Gracia y Pablo Canela, conocidos por su programa Aladetres, donde han abordado temas como la existencia del demonio.

La presencia española en el CMF destaca la importancia de España en la red global de activistas y organizaciones que promueven una agenda integrista. Aunque muchos de los ponentes españoles niegan tener una relación directa con Brian Brown o conocimiento detallado de sus actividades, su participación en el CMF les conecta indirectamente con una red que promueve políticas y valores contrarios a los derechos humanos y la diversidad sexual.

Reacciones y controversias

La celebración del CMF en México ha generado controversia y críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y activistas LGTBI+. Denuncian que el congreso promueve una agenda discriminatoria y excluyente, y que su fachada pulcra y juvenil esconde una realidad radical y peligrosa.

El Centro Jurídico contra la Pobreza en el Sur, una organización por los derechos civiles en EE. UU., denuncia que el CMF no solo ha impulsado medidas anti-LGTBI en África, sino que ha sugerido que la organización terrorista Boko Haram y los defensores de los derechos LGTBI están conspirando contra los cristianos.

El Congreso Mundial de Familias en Mérida está generando un debate sobre la libertad de expresión, la defensa de los valores tradicionales y los derechos humanos. La controversia está lejos de terminar, y la atención se centrará en las próximas acciones y declaraciones de los participantes y organizadores del evento.

¿Qué está pasando ahora?

Mientras el congreso avanza, las redes sociales están siendo un hervidero de opiniones encontradas. Activistas están utilizando plataformas como Twitter e Instagram para denunciar la agenda oculta del CMF, mientras que los defensores del evento están compartiendo mensajes de apoyo y promoviendo los valores familiares. La discusión está lejos de resolverse, y el impacto a largo plazo del CMF en la sociedad mexicana y en la comunidad internacional aún está por verse.