Los efectos catastróficos del cambio climático se acrecientan

A pesar de los avances en la lucha contra el calentamiento global, la magnitud del problema parece estar aumentando. El consumo de electricidad se dispara, impulsado por la inteligencia artificial y los centros de datos. El consumo general sigue creciendo con el surgimiento de una nueva clase media en el mundo en desarrollo.

Además, la eliminación gradual de las emisiones que provocan el calentamiento del planeta se ve obstaculizada por políticas miopes, conflictos globales y mercados financieros estancados. La demanda mundial de electricidad aumentará hasta un 75% para 2050, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.

Aunque una proporción cada vez mayor de la energía mundial procederá de fuentes limpias, como los paneles solares y las turbinas eólicas, es posible que los avances en energía solar y eólica no sean suficientes para eliminar rápidamente las formas contaminantes de electricidad como el petróleo, el gas y el carbón.

Las economías importantes siguen construyendo centrales eléctricas de carbón. Estados Unidos es el mayor proveedor de gas natural del mundo y está construyendo nuevas centrales eléctricas de gas. Además, algunos países de Medio Oriente mantienen sus planes de seguir extrayendo petróleo durante muchas décadas más.

Si los siguientes mil millones de personas que tengan acceso a electricidad fiable en África y Asia la obtienen de generadores diésel y centrales de gas natural, es probable que las emisiones de esas regiones sigan aumentando durante muchas décadas y calentando el planeta.

La economía sigue impidiendo un cambio a gran escala en todo el mundo. La creciente demanda mundial de energía ha convertido a Estados Unidos en el mayor exportador de gas natural licuado del mundo, y las presiones para mantener bajos los precios de la energía en el país han llevado a una producción récord de petróleo.

Aunque los centros de datos consumen enormes cantidades de energía, son cada vez más eficientes, al igual que los vehículos eléctricos, los edificios nuevos y muchos otros elementos electrificados esenciales para la vida moderna.

Los efectos del cambio climático ya son evidentes. Las temperaturas medias mundiales han superado los niveles preindustriales en 1,5 grados centígrados durante la mayor parte del año, superando el límite que los científicos advirtieron que no debíamos superar. El resultado: el año pasado fue el más caluroso registrado en la historia, con olas de calor abrasadoras, sequías mortales y fenómenos meteorológicos extremos en todo el planeta.

Mientras persistan las emisiones de combustibles fósiles a escala, las temperaturas seguirán aumentando y el calor y los fenómenos meteorológicos violentos seguirán empeorando. Cuanto más rápido genere el mundo más electricidad limpia para sustituir a los combustibles fósiles, más rápido dejará de calentarse el planeta.

Estas sencillas verdades dejan muy claro lo importante que es la transición energética para el planeta. Y puesto que se espera que la mayor parte de la nueva demanda de energía proceda del mundo en desarrollo, la batalla para controlar el calentamiento global se ganará o se perderá en algunos de los países más pobres.

La ingeniosidad humana tendrá que hacer mucho más que proporcionar energía de forma más eficiente. También tendrá que ayudar a los seres humanos a adaptarse a la vida en un planeta más cálido.