África Enfrenta Desafíos Críticos en Nutrición y Alimentación

En un panorama donde la desnutrición afecta a casi 282 millones de personas en África, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Africana (UA) están haciendo sonar las alarmas sobre una crisis alimentaria de magnitudes sin precedentes. Con la pandemia del coronavirus exacerbando una situación ya de por sí crítica, los expertos advierten que la inseguridad alimentaria no solo previene que millones logren una dieta saludable, sino que incrementa la desigualdad social y de género a lo largo del continente.

La lucha diaria de más de 1.000 millones de africanos para acceder a una alimentación adecuada se ve obstaculizada por el elevado costo de los alimentos nutritivos, que en 2021 alcanzó un precio medio de 3,57 dólares en términos de paridad de poder adquisitivo, en contraste con el umbral de pobreza extrema situado en 2,15 dólares.

Este contexto ubica a África lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente aquellos vinculados a erradicar el hambre y la desnutrición para 2030. La ONU y la UA, junto con agencias como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), instan a una acción internacional urgente, apuntando a la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios del continente para que sean más eficientes, sostenibles e inclusivos.

En este escenario, la contribución de la Unión Europea (UE) se ha materializado a través de la entrega de 48,5 millones de euros destinados a combatir el hambre en el oeste y el centro de África, regiones donde la inseguridad alimentaria ha alcanzado niveles récord en la última década.

La crisis nutricional y sus efectos en la infancia

La crisis alimentaria africana se traduce en efectos devastadores para los más vulnerables, siendo los niños menores de cinco años uno de los grupos más afectados, con grave riesgos derivados de la desnutrición. Esta realidad pone en jaque el futuro del continente, ya que compromete el desarrollo pleno de las próximas generaciones.

Desafíos ante el cambio climático y pandemias

Las crisis alimentarias en África se ven agravadas por una serie de factores entre los que se incluyen el impacto del cambio climático y las secuelas de la pandemia de COVID-19. Dichos desafíos requieren respuestas globales coordinadas y bien financiadas para evitar que los avances en la lucha contra el hambre y la pobreza se vean irreversiblemente afectados.

En suma, la ONU y la UA hacen un llamado urgente a la solidaridad internacional y a la puesta en marcha de estrategias que refuercen la resiliencia del continente africano frente a las amenazas alimentarias y nutricionales.