Baltasar Garzón cuestiona el sistema judicial español: "Tengo dudas más que razonables"
Críticas a la instrumentalización de la justicia
Garzón critica la "instrumentalización del derecho con fines políticos o económicos" y señala que el término "lawfare" se utiliza ahora para describir esta práctica. "Desde siempre ha habido una clara intención de instrumentalización del derecho con fines políticos o económicos", afirma Garzón.
El exmagistrado pone como ejemplo su propio caso, en el que fue condenado por prevaricación en relación con la investigación del caso Gürtel. Garzón afirma que la sentencia en su contra fue "parcial, arbitraria, sin previsibilidad penal" y que, a pesar de que el Comité de Derechos Humanos de la ONU dictaminó que se había violado su derecho a un juicio justo, todavía no ha recuperado su condición de juez.
Críticas a las investigaciones prospectivas
Garzón también critica las "investigaciones prospectivas", que afirma que están siendo utilizadas para atacar a personas sin pruebas suficientes. "Hay determinadas acciones que te ponen en esa tesitura de preguntarse qué está ocurriendo aquí. Las investigaciones prospectivas son tremendas", afirma Garzón.
El exmagistrado pone como ejemplo la investigación del juez Juan Carlos Peinado sobre la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Garzón afirma que "no hay una consistencia mínima, unos indicios, una línea de investigación" y que la investigación debería cerrarse.
Apoyo a Julian Assange
En la entrevista, Garzón también expresa su apoyo a Julian Assange, fundador de Wikileaks, que se enfrenta a una posible extradición a Estados Unidos por cargos de espionaje. Garzón afirma que "el ataque a la libertad de expresión y la libertad de acceso a la información fue brutal" y que Assange es "una persona muy conflictiva", pero que eso "no tiene nada que ver" con los cargos en su contra.
Las declaraciones de Garzón se producen en un momento en que el sistema judicial español está siendo objeto de un intenso escrutinio. En los últimos años, varias figuras públicas han sido investigadas o condenadas por corrupción, y algunos han acusado a los jueces y fiscales de estar motivados políticamente.