Mientras cientos de turistas pisaban tierra firme en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife tras un agradable crucero alrededor del mundo, una escena desgarradora se desarrollaba cerca. Al desembarcar, los vacacionistas vieron a su derecha media docena de carpas de la Cruz Roja que albergaban a 64 ciudadanos subsaharianos rescatados del mar tras una dramática odisea de 20 días.
Un rescate conmovedor
El imponente crucero Insignia, con sus 181 metros de eslora, se convirtió en un refugio inesperado para estas personas vulnerables. El jueves a las 00:31 horas, la tripulación del barco rescató a 64 migrantes, incluidos tres niños y una mujer embarazada, así como los cuerpos de otras tres personas. El rescate se produjo bajo la mirada atenta de unos 300 turistas, principalmente estadounidenses y mexicanos, que llevaban cinco meses disfrutando de una "burbuja de felicidad" a bordo.
Contrastes en el muelle
Mientras los turistas desembarcaban, rumbo a otro día de descanso, el muelle se convirtió en un lugar de contrastes. Los cruceristas, con sus lujosos equipajes, pasaban junto a los migrantes rescatados, quienes caminaban tambaleantes, apoyados por el personal de la Cruz Roja. "Se les ve débiles y tardarán en recuperarse", comentó un portavoz del Servicio de Urgencias Canario.
Empatía y solidaridad
El rescate suscitó una oleada de empatía entre los turistas. "Creo que todos nos sentimos mal por lo que presenciamos", dijo una pasajera estadounidense. La tripulación del barco organizó una colecta de dinero, ropa y calzado para los migrantes. "Les di la mitad de mi equipaje", comentó un turista mexicano. "A mí me sobra de todo".
El drama de la migración
El rescate del Insignia puso de relieve el continuo drama de la migración en África Occidental. "Toda la costa es tristísima, con mucha miseria", lamentó una turista mexicana. "Sales de allí con el corazón apachurrado, pero cuando ves esto te das cuenta de por qué arriesgan la vida".
Las furgonetas de los servicios funerarios, custodiadas por la policía, trasladaron los cuatro cuerpos de las víctimas al Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife. "En casa he leído mucho sobre la migración, pero otra cosa muy distinta es verla con tus ojos", añadió la turista.