Las cualidades que hacen atractiva a una persona, según la Inteligencia Artificial
Lejos de basarse únicamente en el aspecto físico, la Inteligencia Artificial (IA) ha tomado cualidades ligadas a la personalidad como determinantes del atractivo de una persona.
De acuerdo con la IA, una persona atractiva es aquella que posee cualidades que generan interés, admiración o deseo en los demás. Este atractivo se puede manifestar en tres dimensiones principales:
Atractivo físico
Involucra características visibles como simetría facial, proporciones corporales, salud física y rasgos específicos que varían según la cultura y las preferencias personales. Por ejemplo, una sonrisa cálida, ojos expresivos o cabello bien cuidado suelen ser considerados universalmente atractivos.
Atractivo emocional
Incluye cualidades de la personalidad que generan una conexión emocional con los demás. Rasgos como la amabilidad, el sentido del humor, la empatía y la autenticidad son esenciales para que alguien sea percibido como atractivo más allá de su apariencia.
Atractivo intelectual y social
Este aspecto está relacionado con la inteligencia, el carisma, la creatividad y la capacidad de interactuar con los demás de manera efectiva. Una persona que es interesante, tiene confianza en sí misma y se comunica bien tiende a atraer a otros.
Para hacer el punteo de estas cualidades, la IA hizo un cruce entre investigaciones científicas de renombre y artículos académicos publicados en revistas de psicología como Frontiers in Psychology, que analizan cómo los estándares de belleza y las preferencias varían según la cultura y el contexto social.
Según la IA, estas son las cualidades que generan atracción en una persona:
Finalmente, la IA destacó que la cualidad de atractivo varía según la subjetividad y la evolución o época. En cuanto a la subjetividad, porque en definitiva la percepción del atractivo varía según los gustos individuales, las influencias culturales y los contextos sociales.
Y finalmente, la evolución o época ya que la percepción del atractivo también varía con el tiempo y las tendencias culturales.
**Redacción Clarín**