La ciudad de Culiacán, Sinaloa, vivió ayer una jornada bajo fuego, marcada por enfrentamientos entre presuntos civiles armados y elementos del Ejército, así como bloqueos en distintos puntos de la urbe.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, personal militar sufrió una agresión en el ejido Peñasco, aunque no se reportaron bajas ni heridos. La dependencia también informó sobre un bloqueo en el poblado Limón de los Ramos, sobre la carretera México-15.

Aunque inicialmente se especuló sobre la detención de un capo de alto rango, tanto autoridades locales como federales negaron dicha información. Por el momento, se desconocen las causas precisas que detonaron la violencia.

Los enfrentamientos se concentraron principalmente en la sindicatura de Jesús María, al norte de Culiacán, donde se ubica el poblado de Paredones, escenario de la captura de Ovidio Guzmán en 2023.

Además, se reportaron balaceras en poblados cercanos como Mojolo y El Limón, ubicados a unos 50 kilómetros al norte de la capital sinaloense.

Ante la situación de inseguridad, las actividades escolares, comerciales y laborales se suspendieron en toda la ciudad y poblados aledaños. Los ciudadanos optaron por resguardarse en sus domicilios.

Negocios y comercios cerraron sus puertas de manera anticipada, mientras que el transporte público también suspendió parcialmente sus servicios.

Autoridades federales y estatales desplegaron un operativo conjunto para restablecer el orden en Culiacán. Se incrementaron los patrullajes y la vigilancia, con el apoyo de sobrevuelos de naves militares.

El Ejército mexicano aún no ha emitido un parte oficial sobre el saldo de los enfrentamientos, incluyendo posibles heridos o daños a unidades militares.

Se espera que el presidente Andrés Manuel López Obrador informe sobre la situación en su conferencia matutina de este viernes.