Desalojo de viviendas okupadas en Valencia
Un fuerte dispositivo policial ha desalojado este miércoles por la mañana 14 viviendas de un edificio en el barrio de Torrefiel de Valencia que había sido okupado desde hace un mes por personas vinculadas al Sindicat d’Habitatge de Valencia, tras varios años vacío.
Enfrentamientos entre vecinos y activistas
A primera hora de la mañana, cuatro furgones de la Unidad de Intervención de la Policía Nacional, que desplazó cerca de una decena de estos vehículos, cortaron el tráfico y el paso en el tramo del número seis de la calle Berni i Català para proceder al desahucio del edificio. Finalmente, salieron del bloque al menos seis personas, en su mayoría jóvenes, que fueron identificadas por la policía. Más de una treintena de activistas y simpatizantes del Sindicat se concentró en las inmediaciones para evitar el desalojo de todo el bloque, como había sucedido el día anterior.
Según el colectivo, habían empezado a vivir 14 familias vulnerables en el edificio. La mayoría de los jóvenes se situó a un lado del cordón policial, profiriendo gritos a favor del derecho de que todo el mundo tenga una vivienda y un techo y reiterando lemas como “Un desalojo, otra okupación” o “Vosotros por dinero, nosotros por amor”. También lanzaron críticas a la policía, si bien la situación más tensa se produjo cuando varios vecinos empezaron a increpar a los activistas, pidiéndoles que se marcharan del barrio.
Postura del propietario y el Sindicat
“Fuera okupas” gritaban Adela e Isabel, vecinas de un edificio cercano. Ambas insistieron en que los okupas “molestan”, “gritan”, “montan fiestas”. Aseguraban, como Carlos y Clarisa, otros vecinos de barrio, que no habían visto familias vulnerables o niños en el edificio, sino que estaba habitado por “gente del sindicato”.
Esteban, del Sindicat d’Habitatge, insistió en que en el bloque estaban conviviendo familias necesitadas y que estaban en el proceso de adaptación. Defendió el uso de un edificio que lleva “seis años vacío” como el de Torrefiel, mientras hay tanta gente de la “clase trabajadora” que no tiene vivienda.
Posteriormente, el Sindicat lamentó en un comunicado que el propietario del bloque, Real Mican S.L, “un gran tenedor que ha mantenido un edificio entero de viviendas vacío durante seis años, intimidando a los moradores por la noche y contratando a l’empresa Desokupacionesdr, finalment ha recuperado la propiedad”. Además, el colectivo sostiene que “se ha negado a los moradores la posibilidad de personarse y tener una vista en juzgados para tener las garantías procesales y judiciales exigidas por la ley”.
Al otro lado del cordón policial, el propietario de Real Mican S.L, que prefirió no dar su nombre, defendía su derecho a recuperar el edificio que su “empresa familiar” adquirió tras salir en subasta, una vez el banco ejecutó la deuda del anterior dueño, que “ya tuvo muchos problemas con otros okupas”. Incidió en la ilegalidad de la actuaciones de los activistas, en que le ampara la ley y apuntó su intención de arreglar las viviendas para alquilarlas.