La joya arquitectónica de Cantabria, al descubierto: la Iglesia de San Jorge, el Partenón cántabro
El norte de España, tierra de historia y cultura, alberga numerosas joyas arquitectónicas que esperan ser descubiertas. Una de ellas es la Iglesia de San Jorge, también conocida como el Partenón cántabro, un templo único que te transportará a la mismísima Grecia sin salir de Cantabria. Construida en el siglo XIX por encargo de los duques de Santo Mauro, esta iglesia es un claro ejemplo de arquitectura neoclásica en la región.
Localización y acceso
Para visitar esta maravilla arquitectónica, deberás dirigirte a la localidad de Las Fraguas, a unos 48 kilómetros de Santander. El trayecto en coche desde la capital cántabra te llevará aproximadamente 40 minutos. Desde la localidad de Arenas de Iguña, a solo un kilómetro de distancia, también puedes llegar a la iglesia en coche o a pie, en un recorrido que toma unos 15 minutos.
Arquitectura y características
La Iglesia de San Jorge destaca por su peculiar forma de Panteón, con 40 columnas de orden corintio que rodean el edificio y 6 de ellas en la fachada principal. Su frontón triangular remata la estructura, dándole un aspecto imponente. En sus alrededores, una gran finca de 60 hectáreas alberga dos palacios: La Casona de las Fraguas, del siglo XVII, y el palacio de los Hornillos, del siglo XIX, que sirvió de inspiración para el Palacio de la Magdalena en Santander.
Elementos artísticos e históricos
El templo conserva elementos arquitectónicos y artísticos de la época románica, como capiteles decorados con motivos vegetales y animales. A lo largo de los años, ha pasado por diversas restauraciones para mantener su valor histórico y cultural. Durante la Guerra Civil Española, la iglesia fue utilizada como cárcel por el bando republicano.
Recomendaciones para tu visita
Para aprovechar al máximo tu visita, te recomendamos combinar tu visita al Partenón cántabro con otras paradas en localidades cercanas como Torrelavega, donde podrás explorar el laberinto más grande de España, o Puente Viesgo, que alberga tesoros como las cuevas de Monte Castillo, consideradas las más fascinantes de Cantabria después de Altamira.
No pierdas la oportunidad de descubrir esta joya arquitectónica de Cantabria, un testimonio del rico patrimonio histórico y cultural de la región.