Un mensaje del pasado
En medio de las reparaciones del faro de Corsewall en Escocia, los ingenieros se toparon con un inesperado tesoro: un mensaje en una botella oculto dentro de las paredes del edificio. Escrito en pluma y tinta hace 132 años, este mensaje nos transporta a una época en la que los fareros y los ingenieros trabajaban incansablemente para mantener a los marineros a salvo.
Un relato detallado
El mensaje, fechado el 4 de septiembre de 1892, detalla la instalación de una nueva linterna y una lente Fresnel en el faro. También menciona los nombres de los ingenieros y guardianes involucrados en este proyecto crucial. Entre ellos se encuentran James Wells, John Scott y George Williamson, quienes viajaron desde Edimburgo para modernizar el faro.
Ingenieros modernos descubren el pasado
Ross Russell, uno de los técnicos responsables del hallazgo, expresó su asombro: «Ser la primera persona en tocar esta botella después de 132 años fue increíble. Es un hallazgo que ocurre una vez en la vida». Para acceder al mensaje, los técnicos utilizaron cables y un mango de escoba, ya que estaba oculto en un lugar de difícil acceso. Fue Barry Miller, el actual guardián del faro, quien finalmente logró extraer con cuidado la nota.
Un vínculo entre generaciones
Tras la finalización de las reparaciones, el mensaje será devuelto a su escondite original, junto con una nueva carta escrita por los técnicos actuales. Este gesto simbólico mantiene viva una tradición que une a las generaciones de ingenieros que han cuidado este faro.
Un faro de esperanza
Durante casi dos siglos, el faro de Corsewall ha guiado a los marineros a través de las turbulentas aguas del Loch Ryan. Aunque el faro fue automatizado en 1994, la Junta de Faros del Norte sigue supervisando su mantenimiento desde Edimburgo, asegurando que su luz siga brillando como un faro de esperanza para quienes navegan por estas peligrosas aguas.