Menos del 10% de la población llega a la vejez con buena salud

En una sociedad cada vez más longeva, llegar a la vejez con buena salud es un objetivo ideal. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado que menos de una de cada diez personas logra vivir libre de enfermedades y mantener un buen estado físico, cognitivo y mental a partir de los 70 años.

La buena noticia es que minimizar los riesgos está en nuestras manos. Una forma de hacerlo es seguir una dieta saludable durante la mediana edad, es decir, entre los 40 y los 65 años.

La dieta, clave para un envejecimiento saludable

Una investigación que abarcó datos de más de 100.000 personas durante 30 años demostró que quienes adoptaron una dieta equilibrada a partir de los 40 años tenían entre un 43% y un 84% más de probabilidades de mantener un buen estado físico y mental a los 70 años, en comparación con quienes no lo hicieron.

Los investigadores identificaron que un mayor consumo de frutas, verduras, cereales integrales, grasas saludables, frutos secos, legumbres y lácteos bajos en grasa se asociaba con mejores probabilidades de un envejecimiento saludable.

En contraste, un alto consumo de grasas trans, sodio y carnes procesadas reducía estas probabilidades.

A diferencia de estudios previos que se centraban en prevenir enfermedades crónicas, esta investigación se distingue por su enfoque en el envejecimiento saludable, definido no solo como la ausencia de enfermedades, sino también como la capacidad de vivir de manera independiente y con buena calidad de vida.

Recomendaciones para una dieta saludable

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento saludable es un proceso continuo que busca optimizar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida.

Para promover un envejecimiento saludable, las recomendaciones dietéticas deben considerar no solo la prevención de enfermedades, sino también la promoción de hábitos alimenticios que beneficien la salud a largo plazo.

La investigación analizó datos de más de 106.000 personas desde 1986. Los participantes, que tenían al menos 39 años y estaban libres de enfermedades crónicas al inicio del estudio, proporcionaron información sobre su dieta cada cuatro años.

Para 2016, casi la mitad de los participantes habían fallecido y solo el 9,2% había llegado a los 70 años sin enfermedades crónicas y con buena salud física, cognitiva y mental.

La investigación comparó las tasas de envejecimiento saludable entre las personas con mayor y menor adherencia a ocho patrones dietéticos saludables definidos por estudios previos. La mayor correlación se observó con el índice de alimentación saludable alternativo, seguido por patrones como la dieta para la salud planetaria y la dieta mediterránea alternativa.

Un hallazgo destacado fue la asociación entre la dieta para la salud planetaria y el envejecimiento saludable. Esta dieta, basada en el informe de la Comisión EAT-Lancet, promueve el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas vegetales y grasas saludables de fuentes sostenibles.

Esto apoya la tesis de que es posible adoptar una dieta que beneficie tanto nuestra salud como la del planeta.

Aunque España es un país envejecido, con una alta proporción de personas mayores, las tasas de envejecimiento saludable son bajas. Según la Encuesta Europea de Salud en España (2020), los problemas de salud crónicos varían según el sexo.

En las mujeres, los más comunes son la artrosis, la hipertensión arterial y el dolor de espalda lumbar. En los hombres, los problemas más frecuentes son la hipertensión arterial, el colesterol alto y el dolor de espalda crónico lumbar.

Para paliar estas situaciones, es esencial comenzar a cuidarse antes de llegar a una edad avanzada. Existen ejemplos de territorios conocidos como 'zonas azules', donde la población vive más tiempo que en otros lugares. Algunas de estas zonas son la isla japonesa de Okinawa y la ciudad californiana de Loma Linda.