Una sentencia pionera condena a un "cabeza de serpiente" por trata de jardineros de marihuana
Un juzgado de Barcelona impone 15 años y medio de prisión al líder de un grupo criminal que explotaba a trabajadores en plantaciones de cannabis.
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 15 años y medio de prisión al líder de un grupo criminal que explotaba a trabajadores en plantaciones de marihuana. El acusado, identificado como Wanqi H., ha sido declarado culpable de trata de personas con fines de explotación laboral, inmigración ilegal, tráfico de drogas, organización criminal y falsificación de documentos.
La investigación policial comenzó a raíz de la denuncia de una mujer que había sido captada por Wanqi H. para trabajar en España. La denunciante, que conocía al acusado, viajó a nuestro país junto a otras ocho personas y su madre pagó 180.000 yuanes (23.000 euros) por el traslado.
Una vez en Barcelona, Wanqi H. ofreció a la denunciante trabajar para él captando a otras personas para prostituirse o trabajar en plantaciones de marihuana. La víctima, que procede de la región china de Fujian, aseguró que en su pueblo "todo el mundo sale ayudado por Wanqi H.".
Poco después, el hermano de la denunciante también compareció ante los Mossos d'Esquadra como víctima de trata. El hombre explicó que había contactado con Wanqi H. para salir de China. "En mi pueblo, es el único que puede traer a gente, es una mafia y tiene el monopolio", declaró.
El hermano de la denunciante viajó a Europa con un visado comercial de 10 días para asistir a una supuesta feria en Lituania. Sin embargo, ni la feria ni la empresa existían. Por su traslado, en el que coincidió con "10 o 13 personas más", contrajo una deuda de 85.000 yuanes (11.000 euros).
La sentencia recoge los testimonios de otras tres víctimas protegidas, que no pudieron declarar en el juicio. Una de ellas explicó que permaneció "más de un año" encerrada en una nave industrial donde se cultivaba marihuana en Abrera (Barcelona). La víctima, que había contraído una deuda de 14.000 euros, aseguró que solo salía para recibir la visita de los miembros del grupo criminal.
Otra de las víctimas, que había contraído una deuda de 10.000 euros, explicó que fue engañada para trabajar en una plantación de té. Sin embargo, acabó en una fábrica de marihuana en Centelles, donde permaneció "seis meses en condiciones insalubres y deficientes".
La tercera víctima, que creía que trabajaría a cambio de 50 euros al día en un negocio legal, se vio obligada a trabajar en una plantación 'indoor' en Sant Andreu de la Barca.
El subinspector de los Mossos d'Esquadra, jefe de la unidad central de tráfico de seres humanos, Lluís Moreno, ha destacado la importancia de la sentencia, que considera "pionera" en la lucha contra la trata de personas con fines de explotación laboral en plantaciones de marihuana.
Moreno ha explicado que el grupo criminal desarticulado enviaba la marihuana a Glasgow (Reino Unido) por paquetería. Wanqi H., que se encuentra en prisión, ha recurrido la sentencia, que aún no es firme.
Los Mossos d'Esquadra desconocen el paradero actual de las otras tres víctimas protegidas. "Desaparecieron", ha explicado el subinspector Moreno. La policía sospecha que las víctimas pueden estar en manos de otra organización criminal, intentando pagar la deuda contraída con Wanqi H.