El extraño silbido que atormenta a los vecinos de Núñez

El barrio Núñez, en Buenos Aires, se ha visto afectado por un enigmático problema que perturba la tranquilidad de sus residentes: un ensordecedor silbido que se produce cuando el viento sopla con fuerza.

El origen del silbido

El fenómeno acústico tiene su origen en las recientes construcciones de imponentes torres en el barrio. Según los expertos, el diseño de estas edificaciones, particularmente una torre con una abertura en su parte superior, actúa como una "flauta", canalizando el viento y produciendo vibraciones que se traducen en el molesto silbido.

Impacto en los vecinos

El silbido constante, que puede durar horas, no solo resulta perturbador sino que también tiene consecuencias para la salud de los habitantes. Puede generar dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad e incluso daños en el oído si la exposición es prolongada. Además, para quienes utilizan audífonos, el ruido se vuelve insoportable, poniendo en riesgo su seguridad en la calle.

Medidas para mitigar el problema

Los expertos sugieren que es posible modificar las torres para reducir el silbido, como cerrar la abertura o agregar elementos a la fachada que alteren el flujo del viento. Sin embargo, esto implicaría cambios en el diseño original de los edificios.

Implicaciones para el desarrollo urbano

El caso de las torres de Núñez pone de relieve la necesidad de considerar el impacto ambiental y acústico en los desarrollos urbanos. A medida que la ciudad crece verticalmente, es crucial prestar atención a estos detalles para evitar problemas similares en el futuro y garantizar el bienestar de los ciudadanos.

Declaraciones de los expertos

"El viento, al encontrar obstáculos como edificios altos, cambia su dirección y velocidad, lo que puede generar efectos sonoros desagradables", explica Carlos Martínez, director de la Carrera de Ingeniería Civil del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).

"Es lo mismo que ocurre con una flauta: al restringir el paso del aire, se genera una vibración en el aire y esto produce un sonido audible", agrega Martínez.

"Por encima de los 75 decibeles puede causar daño en el oído medio e incluso sordera si se está expuesto por mucho tiempo", advierte Daniel Fontana, médico residente en Núñez.

"Con el crecimiento de la construcción de torres en la Ciudad, es fundamental prestar más atención a estos detalles para evitar problemas similares en el futuro", concluye Martínez.