El Tribunal acuerda que Eduardo Zaplana no ingrese en prisión hasta que su condena sea firme

La Audiencia de Valencia ha decidido mantener en libertad provisional al expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, tras la sentencia a 10 años de cárcel por corrupción y como autor de los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales por el cobro de mordidas de un adjudicatario en el llamado caso Erial.

El tribunal rechaza el ingreso inmediato en prisión y deja al dirigente del PP en libertad, sin fianza, y con las medidas cautelares de retirada de pasaporte, prohibición de salida del territorio nacional y comparecencia mensual en sede judicial.

Sin riesgo de fuga

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, el tribunal no aprecia riesgo de fuga porque Zaplana no ha llevado hasta ahora ningún acto tendente a eludir la acción de la Justicia, ha comparecido en todas las sesiones del juicio y respondido a cualquier llamamiento judicial.

Petición de la Fiscalía

La Fiscalía Anticorrupción había pedido que se ejecutara ya el fallo por el riesgo de fuga del dirigente del PP. Alegó tomar la medida sin esperar a la firmeza de la sentencia ya que esta se demorará varios años, puesto que el recurso que cabe contra el fallo es ante el Tribunal Supremo.

Además, mantiene que es un criterio habitual de la Fiscalía pedir el ingreso inmediato en prisión cuando la pena es tan elevada. El fiscal Anticorrupoción recordó la fuga del director del Instituto Valenciano de la Exportación José María Tabares, condenado en el caso Ivex.

Declaraciones de Zaplana

En la vista, celebrada el pasado 7 de noviembre, Eduardo Zaplana dijo no tener intención de fugarse para no cumplir la condena. “No está en mi ánimo fugarme”, dijo. Su abogado abundó en esta idea y aludió a su enfermedad y por arraigo familiar: “No hay ni el más mínimo indicio de riesgo. Tiene su casa, su familia, y todo lo tiene en España”.

Sobre su enfermedad, el letrado presentó un informe forense de 2019 en el que se advertía de que su internamiento en prisión suponía un “grave riesgo para su salud”. Ese informe, de hace cinco años, es que el que se esgrimió para trasladar al dirigente del PP de prisión al Hospital La Fe de Valencia del que salió 50 días después y tras bloquearle más de seis millones de euros que tenía en el extranjero, procedentes de las mordidas cobradas por el amaño del contrato de las ITV valencianas.

Sentencia del caso Erial

Eduardo Zaplana fue condenado el pasado 1 de noviembre por el caso Erial, en el que se le acusaba de cobrar mordidas a cambio de adjudicar contratos públicos durante su etapa como presidente de la Generalitat Valenciana.

La sentencia, de 10 años de cárcel, fue recurrida por Zaplana, que ahora deberá esperar a que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su recurso.