El atún: un alimento saludable con un lado oscuro: el mercurio
El atún es uno de los alimentos más consumidos en España, gracias a su bajo contenido en calorías y su riqueza en proteínas, vitaminas y ácidos grasos omega-3. Sin embargo, este popular pescado esconde un problema poco conocido: el mercurio.
El mercurio en el atún
El mercurio es un metal pesado que se encuentra en la corteza terrestre y en el mar. Puede llegar a los alimentos a través de la contaminación industrial y la actividad humana. En el caso del atún, los peces más grandes acumulan más mercurio debido a su dieta, ya que se alimentan de peces más pequeños contaminados.
¿Cuánto atún podemos comer?
Según los expertos, el consumo de atún debe ser moderado. Se recomienda tomar un máximo de un filete de atún rojo a la semana. En cuanto al atún en lata, la cantidad recomendada varía según la dieta y el consumo previo de atún rojo. Por ejemplo, una persona de 80 kilos puede consumir entre siete y ocho latas a la semana, mientras que una persona de 60 kilos puede tomar entre cinco y seis.
El atún enlatado, una opción más segura
El atún enlatado suele contener menos mercurio que el fresco, ya que se utiliza atún más joven y de menor tamaño. Además, el proceso de enlatado reduce los niveles de mercurio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de atún en lata también puede suponer un riesgo de ingesta de mercurio.
Los pescados con más mercurio
Además del atún, otros pescados con altos niveles de mercurio son:
- Pez espada
- Emperador
- Bonito
Los beneficios del pescado
A pesar de la presencia de mercurio, el consumo de pescado en España es seguro y saludable. El pescado proporciona energía, proteínas de alto valor biológico y nutrientes esenciales como yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D. Además, el consumo de pescado se asocia con una buena salud cardiovascular y una menor incidencia de enfermedades crónicas.
Recomendaciones para un consumo seguro
Para garantizar un consumo seguro de atún y otros pescados con mercurio, se recomienda:
- Variar el consumo de pescado, eligiendo especies diferentes.
- Limitar el consumo de atún rojo y otros pescados con altos niveles de mercurio.
- Consumir pescado enlatado con moderación.
- Prestar especial atención al consumo de pescado durante el embarazo, la lactancia y la infancia, ya que estos grupos son más vulnerables a los efectos del mercurio.