En un intento por combatir la creciente turistificación y sus efectos negativos en la vida de los residentes, el Ayuntamiento de Sevilla, bajo el mandato del Partido Popular (PP), ha tomado medidas drásticas: cortar el suministro de agua a los pisos turísticos ilegales en el centro histórico.

El cierre de los apartamentos turísticos

Esta medida, aplicada en seis ocasiones durante el último año, ha provocado el cierre de apartamentos turísticos que operaban sin cumplir la normativa vigente. Algunos propietarios han intentado revertir la situación, pero la justicia ha respaldado la decisión del Ayuntamiento al considerar proporcionada la medida, motivada por las numerosas quejas de los vecinos.

El Ayuntamiento sevillano tiene previsto reforzar su policía turística para intensificar la vigilancia y atajar la proliferación de pisos turísticos ilegales. Además, pretende revertir la situación de permisividad que ha favorecido el auge de estos alojamientos durante la última década, coincidiendo con el aumento de hoteles en la ciudad.

Turismofobia y quejas vecinales

La turistificación excesiva ha provocado un aumento de la turismofobia, como demuestra el incidente ocurrido el pasado martes en Santa Cruz, el barrio con mayor concentración de pisos turísticos de España. Un vecino arrojó un cubo de agua a un grupo de turistas británicos que habían llegado en crucero a Cádiz. Si bien la guía del grupo mostró comprensión por la frustración de los vecinos, condenó el uso de la violencia.

El Ayuntamiento de Sevilla estima que existen unos 5.000 pisos turísticos ilegales en la ciudad, que se suman a los 10.000 registrados. Esto supone que uno de cada tres apartamentos es ilegal. Las autoridades confían en que el aumento de las inspecciones disuada a los infractores, ya que la plantilla actual de la Policía Local tardaría una década en revisar todos los pisos.

Respuesta de otras ciudades

Otras ciudades españolas no contemplan tomar medidas tan drásticas como el corte del agua. Madrid, Barcelona, Valencia, Santiago de Compostela y Alicante rechazan esta opción. En Cádiz, el nuevo alcalde, Bruno García (PP), ha propuesto aumentar la tasa de agua para las viviendas turísticas. Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha planteado la posibilidad de crear un impuesto por noche para gravar a los pisos turísticos.

El presidente del sindicato Sppme de la Policía Local de Sevilla, Luis Val, ha explicado que la clave es la colaboración de los vecinos, quienes denuncian los ruidos y otras molestias derivadas de la actividad ilegal de los pisos turísticos y que están muy formados en la materia.