El Buque Escuela Cuauhtémoc, orgullo de la Armada de México, ha regresado triunfante a su puerto base en Acapulco, Guerrero, tras completar una travesía de siete meses y ocho días que lo llevó a surcar los mares de tres continentes y visitar nueve países.

Un viaje épico

Durante su periplo, la tripulación del Cuauhtémoc, compuesta por 291 miembros, incluidos 93 cadetes, navegó miles de millas náuticas, visitando 12 puertos en Estados Unidos, Australia, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Singapur, Indonesia, Nueva Zelanda y China. Además de su misión de instrucción para los cadetes, el buque también llevó un mensaje de paz, solidaridad y hermandad a cada uno de los países que visitó.

Victoria en Australia

Uno de los momentos más destacados del viaje fue la victoria del Cuauhtémoc en la competencia internacional de veleros escuelas Tetera Boston 2024, celebrada en Australia. En esta competencia, el velero mexicano demostró su excelencia en la navegación a vela, recorriendo mil millas náuticas en tan solo 124 horas.

Cadetes orgullosos

Los cadetes que participaron en el viaje regresaron a casa con un profundo sentido de orgullo y satisfacción. Habiendo estado lejos de sus familias durante 222 días, expresaron su agradecimiento a la Marina por la oportunidad de vivir una experiencia que les ha ayudado a crecer personal y profesionalmente.

Ejemplo de resiliencia

Entre los cadetes se encuentra Raúl Castillo Fuentes, quien enfrentó la pérdida de su abuela durante el viaje. A pesar de su dolor, Raúl encontró la fortaleza para continuar con su instrucción, honrando el sueño de su abuela de verlo navegar en el Cuauhtémoc.

Bienvenido a casa

Al llegar a Acapulco, el Cuauhtémoc fue recibido con honores por el titular de la Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, y decenas de familiares de la tripulación. El almirante Morales Ángeles elogió a la tripulación por cumplir con su misión y llevar el mensaje de México al mundo.

El Buque Escuela Cuauhtémoc es más que un simple velero; es un símbolo de la historia, la tradición y el espíritu de la Marina de México. Su regreso a casa es un motivo de celebración y orgullo para todos los mexicanos.