El capital humano y social: claves para el desarrollo profesional

Cuando hablamos de capital, solemos pensar en dinero, inversiones o propiedades. Sin embargo, en el ámbito educativo y laboral, existen otros tipos de capital que juegan un papel fundamental en nuestro desarrollo y éxito profesional: el capital humano y el capital social.

El capital humano: la base del conocimiento y las habilidades

El capital humano se refiere a las habilidades, conocimientos y competencias que nos permiten desempeñar nuestro trabajo de manera efectiva. Generalmente, se asume que la mayor parte del capital humano se adquiere durante la etapa educativa, especialmente en la universidad. Sin embargo, para la mayoría de las profesiones, esto no es cierto.

En realidad, una gran parte del capital humano se adquiere en el trabajo, especialmente durante los primeros años de carrera. Esto se debe a que muchas habilidades valiosas se aprenden y perfeccionan con la práctica, como el conocimiento técnico aplicado, las habilidades organizativas y de gestión, y las habilidades interpersonales.

Además, en muchas profesiones existen conocimientos tácitos, conocidos como know-how, que no se pueden codificar explícitamente y solo se pueden transmitir a través de la práctica diaria en el trabajo.

El capital social: las relaciones y conexiones que nos impulsan

El capital social se refiere a todas las relaciones y conexiones que facilitan la cooperación entre las personas. Estas relaciones suelen estar basadas en la confianza y reducen las barreras y fricciones en la colaboración.

El capital social es esencial para el éxito de una carrera profesional. Aunque el capital humano es fundamental para iniciar y desarrollar una carrera, deja de ser un elemento diferenciador una vez que se alcanza un cierto nivel de conocimientos y habilidades.

En un mercado laboral competitivo, donde muchos candidatos competentes compiten por los mismos puestos, las diferencias objetivas se vuelven irrelevantes. Por lo tanto, se necesitan otras formas de diferenciarse, y el capital social juega un papel crucial.

  • Recibir una recomendación de una persona de confianza para el empleador.
  • Enterarse de nuevas oportunidades antes de tiempo.
  • Tener una red de personas que te valoran y están dispuestas a apoyarte.

El capital social no tiene nada que ver con el nepotismo o los enchufes. Se trata de relaciones de confianza que se construyen a lo largo de la vida y que ayudan a tomar decisiones complejas.

La importancia de un buen equipo para acumular capital

Tanto el capital humano como el capital social se acumulan principalmente en el trabajo. Sin embargo, el entorno laboral juega un papel fundamental en este proceso.

Empezar la carrera profesional en un buen equipo, rodeado de profesionales altamente capacitados y buenas prácticas, es esencial para acumular capital humano y social.

Trabajar en un buen equipo permite adquirir habilidades técnicas y conocimientos tácitos, pero también experimentar lo que significa trabajar con los más altos estándares de calidad.

Esta experiencia marca una diferencia crucial a largo plazo y ayuda a desarrollar una mentalidad de excelencia.

Conclusiones: el camino hacia el éxito profesional

La acumulación de capital humano y social es esencial para el desarrollo profesional. Aunque en la educación a menudo se habla solo del primero, es evidente que, una vez alcanzado un cierto nivel de capacitación, las conexiones se vuelven aún más importantes.

La mejor manera de acumular ambos tipos de capital es intentando acceder a un buen equipo, cuanto antes, mejor. Este entorno propicio proporcionará las oportunidades y el apoyo necesarios para construir una carrera exitosa y satisfactoria.