El juez Ismael Moreno, titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, ha pedido al Tribunal Supremo que investigue a José Luis Ábalos, exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, por su presunta implicación en una organización criminal dedicada a lucrarse con la venta de mascarillas durante la pandemia de COVID-19.
Indicios fundados
La petición del juez se basa en los "indicios fundados y serios" que apuntan a la participación de Ábalos en la trama corrupta, según consta en la exposición razonada que ha remitido al alto tribunal. El magistrado atribuye al exdirigente socialista una "imputación clara y concreta" por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
La investigación judicial se inició a raíz de la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción, que solicitó centrar las pesquisas en Ábalos por su "papel relevante" en la trama. La Guardia Civil también se ha sumado a esta petición, aportando un contundente informe en el que detalla los indicios recabados contra el exministro.
La trama corrupta
Según la investigación, Ábalos habría utilizado su cargo para favorecer los intereses del empresario Víctor de Aldama, expresidente del Zamora CF, quien presuntamente se introdujo en el Ministerio de Transportes y tejió una estrecha relación con el entonces ministro y su asesor, Koldo García.
Gracias a estos vínculos, De Aldama habría obtenido contratos públicos de compraventa de material sanitario a precios inflados, aprovechando la situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia. La red corrupta también habría extendido su actividad a otras áreas, como la búsqueda de nuevas "vías de negocio".
A cambio de favores
A cambio de estos favores, Ábalos y Koldo García habrían recibido "contraprestaciones" por parte de De Aldama, entre ellas el uso y disfrute de un chalé en la Línea de la Concepción (Cádiz) y una vivienda en la plaza de España de Madrid.
Reacciones
La petición del juez Ismael Moreno ha generado reacciones encontradas. Mientras que algunos sectores políticos y sociales celebran la decisión, otros la critican, acusando al magistrado de "persecución política".
El propio Ábalos ha negado cualquier implicación en la trama corrupta y ha anunciado que recurrirá la decisión del juez.
Siguientes pasos
Ahora corresponde al Tribunal Supremo decidir si acepta la investigación contra Ábalos. De ser así, el alto tribunal nombraría a un nuevo juez instructor y solicitaría al Congreso de los Diputados el suplicatorio necesario para poder procesar al exministro, que actualmente mantiene su acta de diputado.