El Castillo de Manzanares El Real cierra sus puertas al público

El Castillo Nuevo de los Mendoza, en Manzanares El Real (Madrid), ha sido devuelto a sus propietarios, la Casa Ducal del Infantado, tras vencer el contrato de arrendamiento que desde hace 60 años mantenían con la Comunidad de Madrid para su conservación y explotación turística.

Imposibilidad de obtener licencias

Por el momento, el monumento, que ha recibido en los últimos cuatro años 407.000 visitantes, no podrá volver a abrir sus puertas al público al carecer de licencia. La gestión cultural y turística del monumento símbolo de la región, que albergó la firma del Estatuto de Autonomía en 1983, vuelve así a manos de la XX duquesa del Infantado.

Antecedentes

En 1965, la entonces Diputación Provincial de Madrid firmó un acuerdo de arrendamiento con la familia por 50 años, prorrogable a otros 10. Junto con el Ayuntamiento de Manzanares, la diputación hizo un gran esfuerzo de recuperación, pues se encontraba en ruinas, y se convirtió en uno de los castillos mejor conservados de España.

En mayo del año pasado, la Casa Ducal del Infantado trasladó a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Manzanares su intención de recuperar el castillo al vencer el contrato, el 5 de enero de 2025. Su dueña, la duquesa Almudena de Arteaga y de Alcazar, ha recuperado así la propiedad del inmueble y su deseo era mantenerlo abierto al público por su reclamo turístico y el impacto económico que tiene en la localidad madrileña.

Falta de acuerdo entre las partes

Sin embargo, al vencer el contrato de gestión y uso público que mantenía la Comunidad de Madrid, el castillo cierra sus puertas por la imposibilidad de conceder a los propietarios los permisos para su apertura a los visitantes.

Según fuentes cercanas a las negociaciones entre la familia Arteaga, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Manzanares, la calificación como rústico del terreno en el que se ubica el monumento impide la concesión de permisos para su apertura al público.

El abogado de la familia, Miguel Temboury, ha reclamado a la Comunidad y al Ayuntamiento que encuentren “una solución urgente a este problema y permitan que el castillo siga siendo un espacio de encuentro y disfrute para todos”.

Fuentes de la Comunidad de Madrid han indicado que, a partir de la finalización del contrato de arrendamiento, el castillo depende de la propiedad, y las licencias “pertenecen al ámbito municipal”.

En el Ayuntamiento de Manzanares han manifestado que son conocedores “desde hace ya varios meses” del vencimiento de la cesión y del deseo de la propiedad de mantener su apertura al público desarrollando una actividad similar a la que se venía ejerciendo, por lo que entendieron, al igual que la familia, que “la fórmula” para llevarlo a cabo era realizando un cambio de titularidad de la licencia.

Sin embargo, constataron que la Comunidad de Madrid “venía realizando la actividad sin licencia”, lo que “dificulta enormemente” la situación actual, ya que la actividad se inició hace más de 50 años, anterior a las normas urbanísticas del municipio de 1977.

“Por las características urbanísticas del terreno en el que se encuentra el castillo, no se puede dar una licencia directa. Tampoco es factible concederla a través de una calificación urbanística, dado que nuestras normas subsidiarias no contemplan dichos usos”, ha recalcado el Ayuntamiento.

Búsqueda de una solución

Ambas administraciones llegaron a la conclusión en la última reunión que mantuvieron el 16 de diciembre que “la única vía factible era la de tramitar una modificación de las normas subsidiarias”, y compartieron la necesidad de que este bien patrimonial recupere su actividad “cuanto antes”, agilizando entre todos esta tramitación, para lo que se reunirán con la propiedad después de las fiestas navideñas.