El Circuit Festival, el mayor evento LGTBIQ+ de Barcelona, está desplegando su arcoíris por la ciudad, atrayendo a más de 60.000 asistentes de 80 nacionalidades distintas. Desde el 10 hasta el 18 de agosto, Barcelona y Cerdanyola del Vallès se transforman en un hervidero de celebraciones y fiestas temáticas, con el punto álgido en el icónico parque acuático Illa Fantasía de Vilassar de Dalt.

Visitantes internacionales impulsan la economía

El perfil internacional es inherente al festival, que invita a promotores de renombre de la escena gay internacional para que traigan sus eventos más emblemáticos a Barcelona. Este año, el festival combina promotores de Brasil, Países Bajos, Bélgica y Madrid, con fiestas propias como la fiesta de la leche o la fiesta del agua.

El precio del abono completo ronda los 400 euros, lo que se traduce en un perfil de asistentes con alto poder adquisitivo. "Los extranjeros que vienen de fuera de Europa son los que más gastan en entradas, alojamiento, restauración y tiendas", explica Ángela Ballesta, portavoz de Matinée Group, la empresa organizadora del festival. "Un poco menos los que vienen de países europeos, y los residentes en España manejan otras cifras; de hecho, nuestro programa de fidelidad les ofrece entradas diarias a 15 euros."

El Gaixample recupera su brillo

El Circuit Festival ha dejado una huella indeleble en el centro de Barcelona, especialmente en el barrio gay del Gaixample. Las tiendas de ropa como Addicted & Co no dan abasto vendiendo bañadores slip de colores llamativos y estampados icónicos. "Ha aumentado muchísimo el movimiento por el Circuit, entre el 80% y el 90% son turistas con alto poder adquisitivo que normalmente repiten", afirma Alan, supervisor de la tienda.

La peatonalización de la calle Consell de Cent ha contribuido a revitalizar la zona, atrayendo a un público más diverso. "Ahora hay mucho más ambiente, la gente camina libremente y permanece más rato por la calle", añade Alan.

Un espacio para la diversidad y la inclusión

Frente a las críticas que tachan al festival de "superficial", los organizadores defienden su carácter lúdico e inclusivo. "Queremos crear un espacio de ocio donde vivir la diversidad afectiva y de género con tolerancia y respeto", afirma Ballesta. "Para reclamar derechos ya están las asociaciones."

El Circuit Festival es un escaparate de la diversidad del colectivo LGTBIQ+, un espacio de celebración y orgullo que llena de color y alegría las calles de Barcelona.