El comandante implicado en el ‘caso Koldo’: “Aldama llegaría a hacernos varias entregas de 2.000 euros”
El guardia civil detenido proporcionó supuestamente líneas de teléfono seguras a la trama corrupta y asegura que vio al exministro Ábalos utilizarlas.
La Guardia Civil estrecha el cerco sobre Rubén Villalba, un comandante de la Guardia Civil detenido en el caso Koldo.
La Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado ha enviado un nuevo informe a la Audiencia Nacional con más indicios de que el agente sospechoso recibió supuestamente entregas en efectivo mensuales de la red corrupta a cambio de proporcionarles información confidencial y líneas de teléfono seguras.
“2021-2022, Víctor [Aldama] llegaría a hacernos varias entregas de 2.000 euros (no recuerdo si fueron cinco o seis) en sobre cerrado”, reza un documento en formato Word encontrado en los dispositivos electrónicos intervenidos a Villalba y que, según los investigadores, apuntaría de manera clara al empresario Víctor de Aldama, presidente del Zamora CF y uno de los cabecillas de la trama.
La UCO mantiene que Villalba tejió una relación “directa, personal y permanente” con Aldama y con otro de los principales imputados, Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, antiguo ministro de Transportes del Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE).
Según los investigadores, este presunto agente corrupto “velaba por los intereses” de los miembros de la trama, que llegó a introducirse en el Ministerio de Transportes y conseguir contratos de compraventa de mascarillas durante lo peor de la pandemia.
Entre las funciones del comandante bajo sospecha, por ejemplo, se encontraba proveerlos supuestamente de “líneas de comunicaciones seguras”.
De esta forma, según este último informe enviado a la Audiencia Nacional, Villalba les conseguía teléfonos móviles ajenos al control oficial gracias a su puesto en la Guardia Civil, se los cambiaba cada cierto tiempo por unos nuevos y se encargaba de destruir los antiguos.
“Aumentando, por tanto, la protección que se les brindada”, dice la UCO, que insiste en que, de los nuevos indicios recabados, se desprende que Aldama necesitaba una “cantidad elevada de terminales móviles en espacios temporales relativamente cortos”.
“En algunos casos, llegaba a requerir entre dos o tres teléfonos por mes. Lo argumentaba diciendo que ‘contaminaba’ estos terminales. Esta afirmación significaría que Aldama utilizaba estos teléfonos para comunicarse con otras personas que pudieran estar bajo investigación, generando con ello un riesgo”, apostilla este nuevo documento policial incorporado al sumario, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Para reforzar su tesis, la UCO aporta varias grabaciones intervenidas y analiza las cuentas bancarias del sospechoso.
En ese sentido, los investigadores destacan un mensaje de voz que Rubén Villalba envió a uno de sus compañeros el 11 de junio de 2021: “Cógeme para el lunes dos teléfonos, de estos smartphone, de los baratos. Me los dejas activados, con la descarga del WhatsApp y... una recarga de... 40 euros en cada uno. ¿De acuerdo? Y el lunes, si es posible, pues me lo entregas en la oficina y ya te pago todo, ¿de acuerdo?”. Según el informe policial, solo cuatro días después de ese audio, el comandante se vio con Aldama y le “podría haber entregado” esos móviles.
Al detener a los integrantes de la red corrupta, los agentes hallaron también anotaciones de que un tal “Rubén” o “R” percibía pagos “mensuales” de 2.000 euros por parte de Aldama a cambio de favores. A este respecto, los investigadores han analizado las cuentas de Rubén Villalba y creen que el comandante colaboraba con la trama desde, al menos, 2021.
Entre otros factores, subrayan “el incremento de los ingresos en efectivo” que experimentó en ese periodo; además de añadir que recibió abonos por valor de 88.119 euros “de origen desconocido” entre 2021 y 2023.
“De manera simultánea se produce una disminución de los gastos con la tarjeta del núcleo familiar [de Villalba]”, dice el informe, que explica cómo retiró “cero euros en efectivo” de sus cuentas en 2021 y 2022. “La unión de ambas circunstancias carecería de lógica económica, quedando como única explicación la existencia de una fuente de dinero en efectivo de origen desconocido, más allá del que se observa que han ingresado en sus cuentas”, apostilla el documento, que ya se encuentra sobre la mesa de Ismael Moreno, el juez instructor de la Audiencia Nacional que dirige las pesquisas.
¿Solo la trama utilizaba esos móviles seguros?
Esa es otra de las preguntas que introduce el informe de la UCO, aunque no le da respuesta. Según una grabación intervenida al comandante, Rubén Villalba contó a varios compañeros que vio a Ábalos usar esos teléfonos. También, según la versión del agente sospechoso, “en una ocasión”, Koldo García le pidió saber si los móviles del ministro y de Pedro Sánchez estaban pinchados: “A lo que se le dijo que no podíamos hacer nada”. El informe policial no afirma si tales hechos se produjeron y solo se limita a recoger la versión de Villalba.
Paralelamente, este nuevo análisis de la UCO incide en el “rol central” desempeñado por Aldama dentro de la trama.
“Aldama personifica el nexo corruptor que conecta, de manera premeditada y con intenciones claramente espurias, la Administración estatal —en este caso, el Ministerio de Transportes— con las estructuras societarias que operan bajo su control y dirección. Dichas sociedades no solo le proporcionan beneficios económicos directos derivados de la penetración en el ministerio, sino que también son utilizadas como vehículos para efectuar pagos ilícitos o dádivas, en aras de asegurar la complicidad de ciertos trabajadores públicos”.
“[Existen] múltiples evidencias que exponen el poder de Víctor de Aldama para alcanzar la infiltración de su presunta organización criminal, tanto en el seno del entonces Ministerio de Transportes como en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, personado en la detención del comandante Rubén Villalba”, concluye el informe de la UCO.