El reclutamiento forzado de jóvenes por parte del crimen organizado no se detiene

El reclutamiento forzado de jóvenes por parte del crimen organizado es una realidad que sigue creciendo en México, según lo expone Ana Echeverri, directora ejecutiva de la fundación Reinserta. Según la fundación, alrededor de 260 mil jóvenes han sido reclutados por el crimen organizado en los últimos años, y cerca de 500 mil se encuentran en riesgo de serlo debido a las condiciones en las que viven.

Modus operandi

El proceso de reclutamiento se lleva a cabo de dos maneras principales, explica Echeverri: una es el reclutamiento forzado, mediante amenazas y obligándolos a realizar tareas de sicariato; la otra ocurre en lugares donde el crimen organizado tiene una fuerte presencia.

Además, la evolución de este fenómeno ha llevado al crimen organizado a especializarse en el reclutamiento de jóvenes. "Cada vez, el crimen organizado adquiere mayor información y capacidad para saber el perfil de la persona que puede ser invitada a través de una necesidad económica", señala Echeverri.

Este avance se ha visto facilitado por las redes sociales, que se han convertido en un canal clave para la captación de nuevos miembros. "Hay bolsas de trabajo que usan ciertos mecanismos que se van identificando y contando entre los mismos jóvenes. Entonces, acceden a esto, los llevan para el tema de trabajo, y se va regando la voz", indica.

Perfil de los jóvenes reclutados

El perfil de los jóvenes reclutados ha cambiado en los últimos años. "Hace unos años, los crímenes que estos jóvenes habían cometido eran robo, asalto y cosas así, y ahora ya tienen condiciones de violencia, homicidio, secuestro, tráfico de drogas, etc. Entonces, nos permite ver, uno, qué tipo de reclutamiento se está haciendo, y que ya es por parte del crimen organizado y tienen un pago, un sustento económico", dijo Echeverri.

Llamado a la acción

Echeverri hace un llamado a la sociedad para que comprenda la magnitud de este problema y apoye a los jóvenes en riesgo. "Que la gente vea que estos son niños, niñas y jóvenes que todavía podrían cambiar su vida y que hay herramientas para hacerlo", puntualizó.

El reclutamiento forzado de jóvenes es una violación de sus derechos humanos y una amenaza para la seguridad de nuestro país. Debemos actuar ahora para detener este fenómeno.

Ana Echeverri, directora ejecutiva de Reinserta