¡Sorprendente! El cuerpo humano emite luz, pero ¿por qué no la vemos?
Aunque pueda parecer increíble, el cuerpo humano emite luz de forma natural. Este fenómeno, conocido como bioluminiscencia, ha sido estudiado por científicos que afirman que todos los cuerpos vivos, incluidos los seres humanos, desprenden luz de baja intensidad.
¿Por qué no percibimos este brillo?
La razón por la que no percibimos este brillo se debe a que es demasiado débil para ser detectado por el ojo humano. Esta luz se origina en el interior de nuestro organismo como resultado de los procesos metabólicos celulares. Durante estos procesos, las células generan radicales libres que interactúan con determinados componentes del cuerpo, lo que provoca la emisión de fotones. Esta luz es extremadamente tenue, mucho más de lo que nuestros ojos pueden captar, pero está ahí constantemente.
Imágenes de la bioluminiscencia humana
A pesar de que el brillo del cuerpo humano no es visible a simple vista, los avances tecnológicos han permitido a los investigadores capturar imágenes de esta bioluminiscencia. Mediante cámaras ultrasensibles, los científicos han podido observar cómo algunas partes del cuerpo humano, especialmente la cara, la cabeza y el cuello, emiten una mayor cantidad de luz en comparación con otras zonas.
Variación a lo largo del día
Curiosamente, el nivel de luz emitido por el cuerpo humano varía a lo largo del día. Los estudios sugieren que esta bioluminiscencia es más intensa por la tarde y disminuye durante la noche. Los investigadores creen que esto podría estar relacionado con el ritmo circadiano, el ciclo biológico que regula el sueño y otras funciones vitales.
Citas
"Este brillo se origina en el interior de nuestro cuerpo como consecuencia de los procesos metabólicos celulares. Durante estos procesos, las células generan radicales libres que interactúan con ciertos componentes de nuestro organismo, lo que provoca la emisión de fotones." - Edgardo Prat, El Imparcial
"La intensidad de esta luz es extraordinariamente baja. Según estudios realizados en Japón, el brillo de un cuerpo humano es mil veces más débil que los niveles mínimos de luz que puede detectar el ojo humano." - El Imparcial Artículo original