Daltonismo judicial
El sistema judicial español está enfermo de "daltonismo", según el prestigioso jurista Luigi Ferrajoli. Este déficit impide a los jueces distinguir los colores de los hechos y actos cometidos por las personas, lo que lleva a un trato desigual ante la ley.
Ferrajoli señala la "espectacular protesta de los jueces en toga en la puerta de los tribunales contra el simple anuncio de una posible ley de amnistía de los independentistas catalanes condenados" como un síntoma de la indebida politización de una parte de la magistratura española.
Esta politización no es nueva. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura que "cierta oposición juega con 'las cartas marcadas' en algunos asuntos judiciales", intentando "condicionar, manipular o cercar a la judicatura".
Sánchez se refiere a casos como los intentos de Federico Trillo-Figueroa, cuando era ministro de Justicia, de influir en la configuración de los tribunales; o la fabricación de pruebas falsas por parte del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz para inculpar a nacionalistas catalanes.
Estos casos no son aislados. Ignacio Sánchez-Cuenca, catedrático de Derecho Penal, afirma que algunos jueces practican un "celo excepcional" en denuncias que afectan al Gobierno, mientras que otras son rápidamente desestimadas.
El daltonismo judicial tiene graves consecuencias para el Estado de derecho. Como señala Ferrajoli, "necesitamos 'una jurisdicción independiente' para afianzar la democracia. Una judicatura imparcial, sabia, ejemplar".
El sistema judicial español necesita una profunda reforma para superar el daltonismo y garantizar la igualdad ante la ley para todos los ciudadanos.