El Día Mundial del Alzheimer se conmemora el 21 de septiembre con el objetivo de difundir información sobre esta enfermedad neurodegenerativa. Aunque el Alzheimer es más común en adultos mayores, existen casos en los que se pueden detectar señales tempranas. Los primeros síntomas suelen ser dificultad para encontrar objetos, olvido de nombres y pequeños actos, cambios en el patrón de sueño y desorientación. Con el avance de la enfermedad, los efectos pueden incluir agresividad, dificultades para comer y cambios en el comportamiento.
Los médicos aconsejan realizar actividades que estimulen la memoria, como paseos, juegos y crucigramas, para retrasar el deterioro. Además, llevar una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente también son hábitos que pueden potEnciar la función cerebral y reducir el riesgo de Alzheimer. Aproximadamente el 40% de los casos de Alzheimer se podrían prevenir mediante modificaciones saludables del estilo de vida.
El tratamiento del Alzheimer debe ser llevado en equipo, con la asistencia de familiares y profesionales de la salud. A través de pruebas neurológicas y de imagen, se determina el estado del paciente. En etapas leves o moderadas, se puede implementar una terapia cognitiva y conductual. Si se detecta la enfermedad a tiempo, se pueden utilizar medicamentos para retardar su avance. Es importante recordar que el Alzheimer no tiene cura, pero se pueden adoptar medidas para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.