Entre los coloridos y aromáticos elementos que adornan las ofrendas mexicanas en el Día de Muertos, destaca una dulce tradición artesanal: el alfeñique. Estas figuras de azúcar, con su intrincado detalle y vibrante colorido, se han convertido en un símbolo icónico de las ofrendas, enriqueciendo el homenaje a los seres queridos que han partido.
El arte del alfeñique
El alfeñique es una pasta de azúcar moldeada en intrincadas formas que van desde pequeñas calaveras hasta animales, frutas e incluso réplicas de objetos cotidianos. Aunque sus orígenes se remontan a la cultura árabe y fue introducido en México por los conquistadores españoles, el alfeñique ha sido adoptado y adaptado por los mexicanos, quienes han perfeccionado la técnica haciéndola única y representativa, especialmente durante las celebraciones del Día de Muertos.
Crear estas figuras requiere habilidad y precisión. Cada alfeñique exige tiempo y paciencia para alcanzar el nivel de detalle que los caracteriza. Las técnicas varían según la región, pero el ingrediente principal es siempre el azúcar, al que en algunos estados se le añaden claras de huevo, agua, frutos secos o semillas para lograr diferentes texturas.
La creatividad del alfeñique
Uno de los encantos del alfeñique es la infinita creatividad que permite. En los mercados y ferias del Día de Muertos en todo México, se pueden encontrar calaveras que representan a figuras públicas, músicos e incluso personajes de la cultura popular. Pero las ofrendas no se limitan a las calaveras; también se llenan de alfeñiques con forma de frutas, vehículos, casas e incluso platillos típicos mexicanos.
Estos detalles enriquecen las ofrendas, pues cada figura no es solo un elemento decorativo, sino que tiene el propósito de añadir simbolismo y color a la celebración, reflejando el cariño de quienes las preparan. Detrás de cada alfeñique se encuentra el trabajo de artesanos mexicanos que han dedicado años a perfeccionar esta técnica.
Preservando la tradición
Aunque están hechos principalmente de azúcar, las figuras de alfeñique pueden mantenerse en buen estado durante días si se colocan en un lugar fresco y protegido de la luz. Muchas personas optan por barnizarlos para conservarlos, no solo como decoración, sino como piezas de colección que celebran el arte popular mexicano.
El alfeñique se ha consolidado como un elemento esencial de las ofrendas en México, fusionando dulzura, arte y tradición en cada una de sus coloridas figuras. Esta temporada de Día de Muertos, los alfeñiques recuerdan que el arte y la cultura mexicana están vivos en cada detalle de sus celebraciones, honrando a quienes ya no están.
"El alfeñique es un elemento esencial de las ofrendas en México, fusionando dulzura, arte y tradición en cada una de sus coloridas figuras." - Yolaisi García, periodista de El Imparcial