Un nuevo estudio realizado por investigadores de Harvard ha descubierto que el ejercicio físico puede mejorar la salud activando las células Treg para reducir la inflamación muscular y aumentar la resistencia. Aunque el estudio se realizó en ratones, indica que el ejercicio regular puede mejorar la función del sistema inmunológico, lo que podría ser un método natural para combatir la inflamación. La conexión entre la actividad física y la inflamación ha sido objeto de estudio durante mucho tiempo. La inflamación causada por el ejercicio activa las células Tregs, que contrarrestan la inflamación y mejoran la capacidad de los músculos para utilizar la energía como combustible, lo que mejora el rendimiento general del ejercicio.
Las células Tregs, conocidas por su papel en la contrarrestar la inflamación relacionada con enfermedades autoinmunes, también se están revelando como elementos clave en el sistema inmunológico del cuerpo. Este estudio demuestra que el sistema inmunológico tiene un impacto importante dentro del músculo durante el ejercicio. El estudio fue realizado en ratones y se advierte que los hallazgos deben ser replicados en estudios adicionales. Sin embargo, representa un avance importante para comprender los cambios celulares y moleculares que ocurren durante el ejercicio.
El ejercicio es conocido por causar daño temporal en los músculos, desencadenando una serie de respuestas inflamatorias. Aumenta la expresión de genes que regulan la estructura muscular, el metabolismo y la actividad de las mitocondrias, las pequeñas centrales eléctricas que alimentan la función celular. Las mitocondrias desempeñan un papel clave en la adaptación al ejercicio ayudando a las células a satisfacer la mayor demanda de energía.
Las células musculares de los ratones que realizaron ejercicio en la cinta de correr, ya sea una vez o de forma regular, mostraron signos clásicos de inflamación, con una mayor actividad en los genes que regulan varios procesos metabólicos y niveles más altos de sustancias químicas que promueven la inflamación. Ambos grupos tenían niveles elevados de células Treg en los músculos que reducían la inflamación causada por el ejercicio. Sin embargo, los beneficios metabólicos y de rendimiento del ejercicio fueron aparentes solo en los ratones que hacían ejercicio regularmente. En ese grupo, las células Treg no solo redujeron la inflamación y el daño muscular causado por el esfuerzo físico, sino que también alteraron el metabolismo muscular y mejoraron el rendimiento. Los animales que carecían de células Treg tenían inflamación muscular descontrolada, daño muscular y disminución de la aptitud aeróbica.
Estos hallazgos revelan los efectos antiinflamatorios del ejercicio y subrayan la importancia de aprovechar las defensas inmunológicas del cuerpo. El ejercicio regular puede ser una forma natural de aumentar las respuestas inmunológicas del organismo para reducir la inflamación. Los resultados de este estudio brindan una visión detallada de los mecanismos celulares detrás de los efectos antiinflamatorios del ejercicio y destacan su importancia en la salud humana.