El Nacimiento del Río Cuervo, Una Joya Natural Escondida en la Serranía de Cuenca

En el corazón de la serranía de Cuenca, se encuentra un enclave natural de extraordinaria belleza y singularidad: el Nacimiento del Río Cuervo. Declarado Monumento Natural en 1999, este paraje cautiva por sus impresionantes cascadas y su rica biodiversidad.

Un Salto de Agua Admirable

El Nacimiento del Río Cuervo no destaca por su altura, sino por su especial encanto. Sus aguas cristalinas se precipitan formando una serie de cascadas que discurren entre rocas cubiertas de musgo. El entorno, rodeado de una exuberante vegetación de sauces, álamos y pinos, crea un paisaje de ensueño.

Un Laberinto de Manantiales

Tras su nacimiento, el río se fragmenta en una red de arroyos que forman un laberinto de manantiales. Estas corrientes confluyen para desembocar en las cascadas, ofreciendo una imagen única y fascinante.

Biodiversidad y Rutas de Senderismo

El Nacimiento del Río Cuervo alberga una rica biodiversidad, con especies vegetales y animales características de la zona. El entorno se puede explorar a través de tres rutas de senderismo de diferente dificultad, que permiten disfrutar de las cascadas, los manantiales y las impresionantes vistas panorámicas.

Recomendaciones para Visitarlo

El Nacimiento del Río Cuervo se puede visitar durante todo el año, aunque las épocas más recomendables son primavera e invierno. En primavera, el caudal del río aumenta y las cascadas ofrecen su máximo esplendor. En invierno, el paraje adquiere un encanto especial al congelarse las cascadas, creando un paisaje único.

Para llegar al Nacimiento del Río Cuervo, se debe tomar la carretera CUV-9211 hasta Vega del Codorno y, posteriormente, la CM-2106. Tras 5,5 kilómetros, se llega al aparcamiento gratuito. El acceso es libre y gratuito, aunque se recomienda precaución debido a la fragilidad del entorno.