Los silbatos de la muerte aztecas: un enigma arqueológico que altera el cerebro

Los silbatos de la muerte aztecas, objetos rituales empleados en sacrificios humanos para guiar a las víctimas en su tránsito hacia el inframundo, han generado gran interés científico debido a sus particulares características y efectos sobre el cerebro humano.

Diseño y uso

Estos silbatos, elaborados en barro y con forma de calavera, miden entre 3 y 5 centímetros y representan posiblemente a Mictlantecuhtli, el dios azteca del inframundo. Su diseño y uso los distinguen de otros instrumentos precolombinos y se han hallado en tumbas asociadas a víctimas de sacrificios, lo que respalda su función ritual.

Efectos sobre el cerebro

El equipo de investigación empleó cinco silbatos: tres réplicas modernas y dos originales encontrados en Tlatelolco, cerca de la antigua Tenochtitlán. Los participantes, un grupo de 70 personas, escucharon más de 2500 muestras de sonido generadas por los instrumentos.

Los resultados revelaron que el sonido, descrito como «agudo, penetrante y similar a un grito», activaba áreas cerebrales relacionadas con las emociones y la interpretación de significados simbólicos. Esto sugiere que los aztecas utilizaban estos sonidos aterradores en contextos específicos, como ceremonias asociadas a la muerte, para intensificar el impacto emocional del ritual.

Implicaciones culturales

Aunque los experimentos no pudieron replicar las condiciones culturales de la época azteca, Frühholz destaca que la respuesta humana al miedo y los sonidos escalofriantes es universal e intemporal. No obstante, aún quedan interrogantes sobre cómo estos sonidos influyeron exactamente en las comunidades prehispánicas.

Conclusión

Los silbatos de la muerte aztecas son un testimonio del ingenio ritual y la cosmovisión de esta antigua civilización. Su estudio nos permite comprender mejor las complejas creencias y prácticas que rodeaban la muerte y el más allá en el México prehispánico.