La tragedia en Valencia ha desencadenado un frenesí ultraderechista, en el que numerosas organizaciones buscan adeptos. El activismo tras la dana crea espacios de colaboración y difumina los límites entre organizaciones vinculadas a Vox y otras aún más extremistas.

Asociaciones juveniles ultraderechistas

Al igual que en el llamado "noviembre nacional" contra el PSOE en 2023, destaca el papel de Revuelta, una organización juvenil vinculada con Vox. Esta entidad presume de haber movilizado a "miles de chavales" y se burla de la acusación de que son "peligrosos neonazis". Con un discurso que exalta el heroísmo patriótico popular, Revuelta establece en su comunicación en redes sociales que los puntos de recogida son para "ayudar a los españoles afectados", un mensaje que sugiere discriminación según origen, en línea con lo que la extrema derecha francesa llama "prioridad nacional".

Como responsable de la web de Revuelta figura la Asociación Social de Mayores (ASOMA), una aparente paradoja para una entidad juvenil. Lo que tienen en común Revuelta y ASOMA es su conexión con Vox. ASOMA es una de las entidades a las que el partido citó entre aquellas a las que podía ceder datos de los asistentes a su festival Viva 22. Revuelta —que se ha apuntado el logro de la colaboración de la influencer Roro— está en el punto de mira tras los altercados del domingo en Paiporta.

">Estamos los de mi asociación aquí, les hemos destrozado el coche, pero solo le hemos podido dar [al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez] con un palo en la espalda [...]"

Estas palabras corresponden a un joven que se presenta como "voluntario" vinculado a Revuelta en declaraciones a eldiario.es. Aunque no estuvo en Paiporta ese día, ha asegurado estar informado de lo ocurrido.

Otro joven que colabora con Revuelta, de nombre Pablo y apelativo de 21 años, es quien hablaba acaloradamente con el rey Felipe VI llevando una sudadera de la División Azul, la enviada por Franco para luchar junto a los nazis. En conversación telefónica, Pablo afirma ser colaborador, aunque no miembro, de Revuelta, organización de la que asegura que había integrantes en Paiporta el domingo porque la entidad "tiene gente allí repartiendo alimentos". Pablo niega su participación en cualquier altercado y afirma que acudió por "deber moral" a Paiporta para "quitar fango". Y sobre su sudadera, niega connotaciones neonazis: "La División Azul fue un grupo de voluntarios que luchó contra el comunismo".

Otros grupos extremistas

Además de Revuelta, también destacan otros grupos extremistas como Núcleo Nacional, un grupo fundado este año y que combina la distribución de alimentos y ayuda sobre el terreno con la convocatoria de movilizaciones para el fin de semana en Ferraz. Incluso dentro del avispero ultra, Núcleo Nacional destaca por su extremismo.

Las "bases ideológicas" de este grupo establecen su voluntad de "proteger nuestra Raza". Así, con mayúsculas, emplea Núcleo Nacional la palabra "raza", que suele evitarse hasta en los círculos más duros. "Al igual que entendemos la realidad biológica que diferencia a la mujer del hombre, también identificamos la realidad biológica de las características raciales de cada pueblo", continúan dichas "bases".

Los mensajes de Núcleo Nacional y Revuelta evidencian una sintonía que no suele exhibirse frecuentemente entre las distintas familias de la extrema derecha. "Aquí no hay siglas, solo España", arenga Núcleo Nacional a sus seguidores junto al listado de puntos de recogida de ayuda de Revuelta. Y Revuelta, a su vez, comparte este mensaje.

El dirigente de Núcleo Nacional, Jesús Ruiz, afirma por teléfono que su organización está "coincidiendo" con Revuelta y otros grupos, como el partido España 2000, con el que comparte "centro de operaciones" en Valencia. Ruiz define Núcleo Nacional como una "asociación cultural y deportiva" de "nacionalistas radicales" que ahora está volcada en la ayuda a Valencia. Su prioridad, afirma, son los españoles.

Otra organización que coopera con Núcleo Nacional es Alternativa Estudiantil. Si Núcleo Nacional compartía el domingo un vídeo del ataque a un coche de la comitiva de Sánchez y el mensaje "justicia popular", Alternativa Estudiantil hacía lo mismo con un vídeo en el que la comitiva encabezada por Felipe VI era asediada junto a estas palabras: "Lo hemos hecho los fachas".

El jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, cita a Alternativa Estudiantil entre los grupos de "chavalería" que estos días lo están "haciendo como nunca". En dicha "chavalería" también entran Revuelta y Solidaridad.

Polémica y reacciones

La actuación de la extrema derecha estos días ha generado polémica y reacciones. El esquema de actuación se repite: la orgullosa nación se ha levantado para ayudar a sus compatriotas ante la inacción del Gobierno del PSOE y Sumar, criticado con mucha más beligerancia que la Generalitat del PP.

Felipe González Santos, investigador en la Universidad Babeș-Bolyai, en Rumania, donde estudia la ultraderecha en el ámbito global, observa cómo la extrema derecha está utilizando su papel de ayuda para agitar una "batalla cultural" basada en una dicotomía sencilla: "nosotros los españoles" frente a un "ellos" que incluiría a "los inmigrantes, la izquierda vaga y desorganizada y el Gobierno traidor".

"Es un momento crítico, porque cuando hay percepción de colapso social, aumentan las posibilidades de que la extrema derecha desplace los límites de lo que se considera concebible. Por ejemplo, algo que en circunstancias normales sería insólito, como hablar de patrullas ciudadanas o de justicia popular, puede llegar a parecer aceptable si la percepción mayoritaria es de caos", afirma González Santos.