¿Está el Giro Centroamericano a punto de afectar al clima de México? Sus posibles consecuencias
Los meteorólogos vigilan de cerca lo que podría convertirse en el próximo detonante de lluvias torrenciales e incluso en la formación de una tormenta tropical: un Giro Centroamericano que parece fortalecerse en el sur de México. Estos fenómenos meteorológicos suelen tardar en organizarse y son habituales entre mayo y noviembre. El último registrado en la región provocó la formación del primer ciclón de la temporada 2024, Alberto.
Aunque no siempre logran condensar la formación de ciclones, su sola presencia tiene un gran efecto en algunos países de Centroamérica. Según un artículo de la revista Climate Connection de la Universidad de Yale, en los próximos días un nuevo Giro Centroamericano podría empezar a provocar fuertes lluvias en algunas costas del Pacífico y del Golfo de México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Un giro, también conocido como gran depresión centroamericana, es un sistema de baja presión capaz de extenderse por varios kilómetros, cubriendo grandes distancias del océano durante varios días e incluso semanas. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, son similares a amplios sistemas monzónicos y pueden traer consigo una enorme cantidad de humedad.
¿Qué sabemos del próximo ciclón?
Según el último pronóstico del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), hay un 80% de probabilidades de que el ciclón se forme en los próximos siete días. Si lo hace, recibirá el siguiente nombre de la lista de esta temporada de huracanes: Helene. Por ahora, los meteorólogos consideran que es muy probable que las costas de México sufran la formación de un huracán antes de que termine septiembre.
«Independientemente de su desarrollo, se espera que esta perturbación produzca fuertes lluvias en partes de Centroamérica durante los próximos días», advierte el NHN. Las principales zonas de vigilancia por ahora son el noroeste del Caribe, la península de Yucatán y el oeste de Cuba, donde «se debe vigilar el avance de este sistema».
Para los expertos resulta difícil calcular la posible trayectoria de la tormenta en caso de que Helene surja del Giro Centroamericano. Sin embargo, se prevé que durante la semana del 22 al 28 de septiembre, el sistema se desplace hacia el norte a través del Golfo de México. Por ahora, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no ha emitido ningún aviso al respecto.
¿Qué se puede esperar y qué estados se verían más afectados?
Aunque aún es pronto para asegurar la formación de un ciclón tropical, se prevé que el Giro Centroamericano genere por sí solo una enorme cantidad de lluvias. Cabe recordar que su formación durante 2024 trajo consigo el ciclón Alberto, que provocó lluvias torrenciales en 19 de las 32 entidades del país, incluso después de haberse degradado.
Así, el giro y el primer ciclón ayudaron a que 50 de los 2.180 municipios que experimentaban algún grado de sequía en el país, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), recuperaran sus niveles.
En esta ocasión, además de la posible formación de Helene más al sur, se prevé otro ciclón en el Pacífico, por lo que Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo serían las entidades más afectadas por lluvias torrenciales, según las previsiones del SMN.
Puede que el resto del país no registre precipitaciones tan intensas, pero no estará exento de lluvias: más de 22 entidades, principalmente del sureste y centro de México, se verán afectadas por estos sistemas meteorológicos.